Las estrellas enanas T finalmente revelan sus misteriosos secretos

Los astrónomos han descubierto recientemente un exótico sistema estelar que ha arrojado algo de luz sobre la masa y la edad de uno de los raros componentes del sistema

Usando datos del telescopio óptico más grande del mundo, el Very Large Telescope (VLT) en Chile, el equipo ha tenido una nueva compresión de las propiedades de las inusuales estrellas enanas T. Se cree que hay alrededor de 200 de estas estrellas en nuestra galaxia, pero esta es la primera vez que se descubre una formando parte de un binario sistema de estrellas, lo que le ha dado a los astrónomos una percepción extra de sus propiedades.

El sistema, que ha sido bautizado como la «piedra de Rosetta’ de las estrellas enanas T, fue estudiado por un equipo dirigido por el Dr. Avril Day-Jones, de la Universidad de Chile, e incluyó al Dr. David Pinfield de la Universidad de Hertfordshire y otros astrónomos de la Universidad de Montreal. Ellos identificaron por primera vez la estrella enana, que tiene una temperatura de alrededor de 1.000 grados en comparación con nuestro Sol, a 5.500 grados, dentro del ceso UKIRT infrarrojo de cielo profundo, mientras buscaban los objetos más fríos de la galaxia. Encontraron, para su sorpresa, que la estrella enana-T estaba acompañada de una estrella azul, que reveló más tarde a ser una fría enana blanca. A esta pareja ya se le ha dado el ‘memorable’ nombre de 1459+0857 A y B.

Este sistema binario es el primero que se descubre de este tipo. Ambos tipos de estrellas se habían identificado en forma individual, pero nunca se habían encontrado unidas gravitatoriamente entre sí. Las dos estrellas están a alrededor de 0,25 años luz de distancia entre sí (en comparación con nuestra estrella más cercana, ubicada a poco más de 4 años luz de distancia), pero a pesar de la distancia y la débil interacción gravitacional entre ellas, permanecen en órbita y lo harán hasta que las dos estrellas se vayan apagando lentamente hacia una muerte oscura y fría.

Las estrellas enanas T son un tipo exótico que se encuentra en la frontera entre una estrella y un planeta, al igual que nuestro propio gigante del Sistema Solar, el planeta Júpiter. Ellas no tienen la suficiente masa para que se produzcan reacciones nucleares en el núcleo, por lo que desde su nacimiento se enfrían y, simplemente, se desvanecen. La presencia de metano también es un indicado de su naturaleza fría, ya que éste se destruye a temperaturas más altas y por lo tanto no se lo encuentra en las estrellas normales. La estrella compañera, una enana blanca, está al final de su vida.

Cuando mueren las estrellas de tipo medio —como el Sol—, sus capas exteriores son lanzadas al espacio, dejando detrás una «nebulosa planetaria» y un núcleo estelar moribundo, enfriándose. En el nuevo sistema binario, la enana blanca perdido una cantidad significativa de materia y por eso su atracción gravitacional se debilitó, aumentando poco a poco la distancia entre las dos compañeras. La nebulosa planetaria se disipó hace mucho tiempo y, observando la enana blanca, se puede decir que este débil y frágil sistema ha existido durante varios miles de millones de años.

El descubrimiento de este sistema binario permitió que el equipo comprobara la física de las atmósferas estelares frías que existe en estas extrañas estrellas fallidas, y medir su masa y edad, lo que le dio una oportunidad a los astrónomos de estudiar otros objetos de masa reducida. «Este descubrimiento es un importante paso para mejorar la capacidad de los astrónomos de medir las propiedades de los objetos del tipo estrella de masa reducida (enanas marrones)», le dijo el Dr. Pinfield a Universe Today. «Sólo con medir precisamente estas propiedades vamos a ser capaces de entender cómo se forman y evolucionan con el tiempo estos objetos. Las enanas marrones son tan numerosas como las [otras] estrellas en la Vía Láctea, pero su naturaleza no es todavía bien comprendida. Como tal, este nuevo descubrimiento ayuda a los astrónomos a interpretar una misteriosa e importante población de objetos que son muy comunes en nuestro patio trasero galáctico».

El autor de este informe, Mark Thompson, es escritor y presentador de astronomía de BBC One Show. Su página web es The People’s Astronomer y su Twitter, @PeoplesAstro

Fuente: Universe Today. Aportado por Eduardo J. Carletti


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