Nubes primordiales versus sopa primordial

Investigadores encontraron que la vida en la Tierra pudo haberse originado en lo alto de la atmósfera en lugar de en la superficie del agua de los océanos o lagunas

Los científicos simularon las reacciones químicas que podrían tener lugar en la atmósfera superior de Titán, la mayor luna de Saturno, y encontraron que se podrían formar aminoácidos y bases de nucleótidos —los bloques básicos de la vida tal como la conocemos— sin más intervenciones. Este proceso puede haber tenido lugar en la Tierra, dijeron.

Mientras tanto, un estudio sin relación con éste que fue publicado el 10 de noviembre en la revista Nature sugiere que en la atmósfera de la Tierra había suficiente oxígeno como para sostener formas de vida complejas en la superficie ya hace 1.200 millones de años. Este estudio encontró evidencias en antiguos sedimentos en Escocia de que las concentraciones de oxígeno de la atmósfera eran suficientes.

La Tierra frente a Titán

Aunque Titán y la Tierra no son exactamente gemelos —la luna de Saturno es mucho más fría, con temperaturas medias de superficie alrededor de -290 grados Fahrenheir (-179 grados Celsius)—, comparten una espesa atmósfera rica en nitrógeno.

Y hace mucho tiempo, creen muchos científicos, es probable que la atmósfera superior de la Tierra se pareciera mucho a la actual de Titán, por lo que se podrían haber producido reacciones similares.

«Es muy probable que antes de que existiera la vida hubiese una niebla similar a la de Titán», dijo la investigadora Sarah Horst, estudiante graduada en la Universidad de Arizona, durante una conferencia el mes pasado. «Es probable que fuera el mismo tipo de mezcla de gases».

Horst presentó los resultados de su equipo en la 42a reunión de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana en Pasadena, California, EEUU.

¿Condiciones en las alturas?

La idea de la sopa primordial (o caldo primordial) propone que la vida en la Tierra comenzó en las aguas del planeta.

Las moléculas complejas que flotaban en los océanos primigenios se descomponieron y recombinaron, según la teoría, gracias a alguna circulación de energía por el caldo, que podrían haber sido los rayos eléctricos. Finalmente, estas reacciones dieron lugar a unas moléculas autorreplicantes: la vida tal como la conocemos.

Esto puede haber sucedido, dijo Horst, pero los resultados del equipo sugieren otro incubador plausible de la vida: la atmósfera superior de la Tierra.

Se sabe que existen moléculas grandes, complejas, algunas con 1.000 átomos de carbono, a gran altitud en Titán, y podrían haber circulado también por las capas altas de la atmósfera terrestre. Podrían haber funcionado como moléculas que iniciaran todo tipo de reacciones interesantes, dice Horst.

Mucha energía para estimular estas reacciones habría llegado diariamente a la atmósfera superior desde el Sol, añade. Y allí arriba, puede haber existido la mezcla justa de oxígeno: suficiente para ser incorporado en algunas de las moléculas recién formadas, pero no suficiente como para quemar todo.

A pesar de que puede que nunca sepamos con certeza cómo y dónde nació la vida en la Tierra, el estudio de Titán puede ayudarnos a inferir algunas cosas y hacer conjeturas lógicas, dicen los científicos.

En Titán «sabemos que esto está sucediendo, y sabemos que podemos seguir estudiándolo», dijo Roger Yelle de la Universidad de Arizona, supervisor de doctorado de Hors y miembro del equipo de investigación.

Retrocediendo el reloj

Sea donde sea que hayan evolucionado los primeros organismos de la Tierra, eran simples y se mantuvieron simples durante mucho tiempo. Los científicos creen que la vida empezó hace alrededor de unos 3.800 millones de años, pero realmente no tuvo su explosión en una variedad de complejos organismos pluricelurares hasta que los niveles de oxígeno de la atmósfera de la Tierra crecieron sustancialmente.

Hasta hace poco, los investigadores pensaban que este aumento del oxígeno se produjo hace unos 800 millones de años. Pero el nuevo estudio de Nature sugiere que los niveles de oxígeno eran lo bastante altos como para soportar vida compleja mucho antes.

Los investigadores encontraron en rocas escocesas pruebas de bacterias que hace 1.200 millones de años usaban oxígeno para generar energía y mantenerse vivas.

«Las pruebas de esta reacción química nos dice que existían esos niveles de oxígeno en la atmósfera en este punto clave de la evolución, en esta temprana etapa de la historia de la Tierra», añade el líder del estudio, John Parnell de la Universidad de Aberdeen, en un comunicado.

Fuente: Space. Aportado por Eduardo J. Carletti


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