Nuestro lugar en el vecindario galáctico ha sido actualizado

Un nuevo modelo que examina la estructura de la Vía Láctea dice que nuestro «Brazo Local» de estrellas es más importante de lo que creíamos

En algunas culturas se solía decir la Tierra era el centro del universo. Sin embargo, en una serie de «grandes degradaciones», como escribió el astrónomo Carl Sagan en su libro Pale Blue Dot (Un pálido punto azul, si bien fue titulado al publicarlo en castellano como Un punto azul pálido), nos enteramos de que estamos muy lejos de ser el centro de cualquier cosa. El Sol mantiene la posición central prominente en el centro del Sistema Solar, pero nuestra estrella es de tamaño medio, situada en un vulgar suburbio de estrellas… en un brazo galáctico de los más pequeños, lejos del centro de la Vía Láctea.

Pero quizás nuestro barrio no es tan tranquilo o humilde como pensábamos. Un nuevo modelo que examinó la estructura de la Vía Láctea dice que nuestro «Brazo Local» de estrellas es más importante de lo que creíamos.

«Hemos encontrado que no hay mucha diferencia entre nuestro brazo local y los otros brazos prominentes de la Vía Láctea, en contraste con lo que los astrónomos pensaban antes», dijo el investigador Alberto Sanna, del Instituto Max-Planck de Radioastronomía, al hablar hoy en la reunión anual de la Sociedad Astronómica Americana en Indianapolis, Indiana.

Sanna dijo que una de las principales cuestiones de la astronomía es cómo vería la Vía Láctea un observador fuera de nuestra galaxia.

Si usted se imagina la Vía Láctea como una galleta ondulada, nuestra estrella se encuentra en un barrio en medio de dos grandes ondas (el brazo de Sagitario y el brazo de Perseo). Antes pensábamos que el brazo local (o brazo de Orión) era sólo un pequeño espolón entre los brazos. Nuevas investigaciones, que utilizaron mediciones de paralaje trigonométrico, sin embargo, sugieren que el brazo local podría ser un «ramal significativo» de uno de los dos brazos.

En pocas palabras, nuestro vecindario estelar es más grande y más brillante de lo que pensábamos.

Como parte del BeSSeL Survey (Bar and Spiral Structure Legacy Survey, o Estudio del Patrimonio de la Estructura de Barra y Espiral), utilizando el Very Long Baseline Array (VLBA), los astrónomos pueden hacer mediciones más precisas de distancias cósmicas. El VLBA utiliza una red de 10 telescopios que trabajan juntos para averiguar lo lejos que están las estrellas y otros objetos.

Es difícil calcular la distancia de la Tierra a otras estrellas. Generalmente, los astrónomos utilizan una técnica llamada paralaje, que mide la cantidad que se mueve una estrella cuando la vemos desde la Tierra.

Cuando nuestro planeta está en sitios opuestos de su órbita —en primavera y otoño, por ejemplo— la ubicación aparente de los objetos estelares cambia ligeramente.

Cuanto mayor es la precisión con que se puede medir este cambio, mejor el sentido que tenemos de la distancia de una estrella.

El VLBA llevó a cabo una búsqueda de lugares en nuestra galaxia donde las moléculas de agua y de metanol mejoran las ondas de radio (en un efecto también conocido como máser), de manera similar a cómo los láseres fortalecen las ondas de luz. Los másers son como faros estelares para los radiotelescopios, declararon desde el Observatorio Nacional de Radioastronomía.

Entre 2008 y 2012, el VLBA ha seguido las distancias (y los movimientos de) varios másers con una mayor precisión que antes, lo que llevó a los nuevos hallazgos.

¿Los resultados ayudarán a aliviar nuestro «complejo de inferioridad», después de todos esos grandes descensos?

«Yo diría que sí, es una buena conclusión decir que somos más importantes», le dijo Sanna a Universe Today. «Pero lo más importante, ahora estamos mapeando la Vía Láctea y descubriendo cómo podría aparecer la Vía Láctea para un observador externo. ¡Ahora sabemos que el Brazo Local es algo que un observador sin duda notará desde lejos! »

Los resultados serán publicados en el Astrophysical Journal ( preimpresión disponible aquí) y se han presentado hoy (03 de junio) en la reunión de la AAS.

Fuente: Universe Today. Aportado por Eduardo J. Carletti

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