El 70 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta de océanos. Sin embargo, en el Día Mundial de los Océanos (8 de junio de 2010) los científicos dijeron que impacta lo poco que se sabe sobre las misteriosas profundidades del mar azul
El 95 por ciento del fondo de los océanos sigue sin mapear. Se conoce más sobre la superficie de la Luna que de las profundidades oceánicas, señaló Fabien Cousteau, director de películas sobre las masa de aguas y nieto del gran pionero oceanógrafo Jacques Cousteau. De hecho, doce hombres han puesto pie en la Luna, pero sólo dos lo hicieron en la Fosa de las Marianas, la parte más profunda de nuestros mares, con aproximadamente 11 kilómetros de profundidad.Las pocas incursiones al fondo del océano han revelados que «estábamos equivocados acerca de la vida en la Tierra», dijo David Guggenheim, de la Fundación Océano, hablando el viernes en el Festival Mundial de la Ciencia. Estas expediciones en aguas profundas han revelado que puede existir vida en la Tierra a kilómetros por debajo de la superficie del océano y en las condiciones más extremas. Los científicos esperan que en los próximos años, las nuevas tecnologías que se están desarrollando permitan que se pueda bucear a más profundidad y sondear aún más los abismos del océano, dando respuestas a algunos de los grandes misterios sobre nuestro propio planeta.
Se revelan criaturas exóticas
Los investigadores han descubierto exóticas criaturas a las que se conoce como extremófilos en el fondo marino, donde se pensó alguna vez que era imposible la vida debido a la falta de luz y a la presión extrema a esa profundidad. Unas desgarbadas criaturas blancas y rojas, que se han conocen como gusanos de tubo gigantes, viven a varios kilómetros de profundidad y pueden crecer hasta los 2,4 metros de longitud. Viven agrupados y pueden soportar temperaturas extremadamente altas y tolerar grandes niveles de azufre, pero la forma exacta de cómo lo logran sigue siendo un misterio.
No todos los animales de la profundidad marina son formas de vida extravagantes. Los científicos han encontrado prósperas colonias de camarones de agua profunda a los que no les perturban las duras condiciones del medio ambiente del fondo oceánico. Otras extrañas criaturas del mar recien descubiertas son especies de pulpos de aguas profundas, pepinos de mar y cangrejos yeti.
«Estamos comenzando a darnos cuenta de la majestuosa diversidad de vida marina», comentaba Sylvia Earle, bióloga marina de la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) de EE.UU.
Se estima que en los océanos del mundo viven 1 millón de especies de organismos marinos, pero esta cifra es apenas una conjetura, ya que sólo se han descubierto 230.000 organismos marinos, según el Censo de Vida Marina.
El escenario oceánico entra en foco
La geología submarina es tan sorprendente y misteriosa como la vida marina que habita allí. Los exploradores del océano han descubierto lagos y piscinas en el fondo marino, a los que se conoce como reservas de salmuera. Estas masas de agua en la profundidad son de tres a cinco veces más saladas que el propio océano, y por esto los dos cuerpos de agua no se mezclan con facilidad, creando superficies lacustres y costas.
La exploración submarina también ha revelado que la catarata más grande del mundo no es el Salto Ángel en Venezuela, de unos 979 metros de altura. Bajo el Estrecho de Dinamarca, que separa Islandia de la costa oriental de Groenlandia, hay una cascada que, se ha calculado, tiene unos 3.500 metros de altura, donde el agua fría y densa del mar al norte del Estrecho de Dinamarca cae hacia la profundidad del Mar de Irminger.
En la exploración submarina también se ha descubierto que todos los días se producen violentas erupciones volcánicas en el fondo del mar, señala Guggenheim. Sumados al volátil fondo piso marino existen incubadoras de aguas profundas que llegan a temperaturas de hasta 400 ºC. Estas incubadoras en el fondo del mar son el hogar de sorprendentes organismos vivos que rivalizan con los de las selvas tropicales.
Recién ahora las mediciones satelitales nos revelan la profundidad y volumen del océano, pero hay enormes huecos en los datos. Con el sonar de los buques y otras mediciones se ha mapeado un porcentaje tan pequeño de los fondos oceánicos que medir todas las profundidades fondo del océano, a un barco único le llevaría 200 años (o 10 buques durante 20 años), según estimaciones publicadas por la Marina de los EE.UU.
Los misterios que se mantienen
La química de aguas profundas, como la formación de lo que se llama «hidratos», es otro misterio del océano que se investiga en la actualidad. Los hidratos se forman al surgir gas natural del fondo marino y fusionarse con el agua para formar los mismos pequeños cristales que obstaculizan los esfuerzos para limitar la reciente fuga de petróleo en el Golfo de México. Las compañías petroleras están investigando el potencial de estos hidratos como fuente de energía, pero poco se sabe sobre este material similar al hielo, excepto que sólo se forma a bajas temperaturas y altas presiones, en el mar profundo.
Tal vez el enigma más grande que presentan los océanos es cómo hacer para estudiarlos. La razón principal es que el océano es demasiado profundo. Si se transportara el Monte Everest, la montaña más alta de la Tierra, al piso de la Fosa de las Marianas, todavía quedarían 2.076 metros de agua por encima de su pico (Ver el gráfico: Los picos del mundo versus el fondo del Mar).
Para descender al fondo del océano, los investigadores necesitan tecnologías que puedan resistir las aplastantes presiones. En el fondo de la Fosa de las Marianas, la presión es más de mil veces la presión atmosférica estándar a nivel del mar. Nadie la ha vistado desde 1960, cuando Don Walsh y Jacques Piccard llegaron al fondo.
Se gastan miles de millones de dólares para explorar lo que existe por encima del océano, pero poco se invierte en comprender el mar profundo, dijeron los investigadores en el Festival Mundial de la Ciencia. La inversión total en exploración del mar es de sólo una centésima parte de lo que se dedica a la exploración espacial, dijo Sylvia Earle, del NOAA.
Los nuevos robots sumergibles a profundidad, que pueden estudiar el fondo del mar, están en desarrollo, pero el arsenal de robots submarinos no es suficiente, ni hay suficiente gente trabajando en estas tecnologías, dijo el oceanógrafo David Gallo, del Intituto Oceanográfico Woods Hole.
Existe un nuevo y emocionante tipo de submarino portátil siguiendo los pasos del buzo pionero Jacque Cousteau, una especie de traje de Iron Man, pero para submarinismo, al que se conoce como Exosuit. Desarrollado por Nuytco Research, estos trajes de presión de nueva generación para el buceo de profundidad permitirán que los buceadores alcancen profundidades de 610 metros. Earle alcanzó 355 m. de profundidad en un prototipo.
Sin embargo, aún a esta profundidad se está apenas por debajo de la superficie del océano, y este traje requiere por lo menos un año más hasta que quede terminado.
Como Fabien Cousteau dijo en una grabación «tras la escena» de su nueva película Océanos, los exploradores de aguas profundas necesitan un conjunto de herramientas de envidiable tecnología que les permita ser «un pez entre los peces».
Fuente: Live Science. Aportado por Eduardo J. Carletti
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