¿Qué se obtiene cuando el pasado se cristaliza a partir del futuro? De acuerdo a un nuevo modelo del universo que combina la relatividad y la mecánica cuántica, la respuesta es: «el presente»
¿Cuál es la diferencia entre el pasado y el futuro? No mucha, si usted toma un punto de vista puramente relativista del universo, dice George Ellis de la Universidad de Ciudad del Cabo en Sudáfrica y Tony Rothman de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, EEUU.
Los diagramas estándar de espacio-tiempo que se usan en la Relatividad no tienen un estado especial para el pasado, el presente o el futuro. Esto se debe a que asumen que todo evoluciona a partir de una física local que se puede revertir en el tiempo.
De hecho, es posible representar un universo así utilizando un tipo de diagrama espacio-temporal en el que el espacio y el tiempo se unen en una sola entidad. «El universo es, exactamente, un bloque fijo de espacio-tiempo», dicen Ellis y Rothman. En esta perspectiva, ningún instante tiene un estado especial: «Todos los momentos pasados y futuros son por igual presente, y el presente «ahora» es sólo uno de una cantidad infinita”.
Este tipo de «universo bloque» de hecho ha sido estudiado por varios físicos en las últimas décadas con limitados logros.
Ahora, Ellis y Rothman introducen un nuevo tipo importante de universo bloque. Dicen que el carácter del bloque cambia drásticamente cuando los mecanismos cuánticos entran en la mezcla. De repente, el pasado y el futuro toman características enteramente diferentes. El futuro está dominado por las extrañas leyes de la mecánica cuántica, en las que los objetos existen en dos lugares al mismo tiempo y las partículas pueden estar tan estrechamente vinculadas que comparten la misma existencia. En contraste, el pasado está dominado por la certeza inquebrantable de la mecánica clásica.
Lo interesante es que la transición entre estos estados se produce en gran parte en el presente. Es casi como que el pasado se cristaliza a partir del futuro, en el instante que llamamos presente. Ellis y Rothman llaman a este modelo el «universo bloque en cristalización» y se ponen a explorar algunas de sus propiedades.
Señalan, por ejemplo, que este proceso de cristalización no tiene lugar por entero en el presente. En la mecánica cuántica, el pasado a veces puede ser retrasado, por ejemplo en los experimentos con elección retrasada. Esto significa que la estructura de la transición desde el futuro al pasado es más compleja de lo que lo podría sugerir un pensamiento superficial.
Ellis y Rothman sugieren que su modelo proporciona una solución sencilla al problema del origen de la flecha del tiempo. «La flecha del tiempo surge, simplemente, porque el futuro todavía no existe», dicen.
Esto es para reflexionar, pero en concreto es un modelo que no convence en su forma actual. Aunque será interesante ver si Ellis y Rothman pueden extraer algo más de sustancia de esta idea.
Lo que es necesario, por supuesto, es que la teoría ofrezca algunas predicciones comprobables, cosas a las que los cosmólogos, usualmente, dedican poco tiempo de preocupación. Así que no aguantes la respiración.
Fuente: Tecnology Review. Aportado por Eduardo J. Carletti
Más información: