Publicaciones recibidas: «Cuasar» 49

En las vísperas del número 50, Luis Pestarini lanza un volumen, con diseño renovado y un espectacular contenido, que vale la pena tener en cuenta

Cuasar #49 es un número atípico por lo conciso. Más allá de las secciones y del editorial (muy recomendable el artículo de Luis Pestarini, editor de la revista, sobre una pieza teatral de ciencia ficción de la década de 1920), la revista se apoya en cuatro focos muy fuertes.

El primero es una ficción del uruguayo Pablo Dobrinin, quien a esta altura es ya un veterano del fantástico rioplatense, con publicaciones en Asimov Ciencia Ficción, Sinergia y Axxón, entre otros medios, incluyendo Lunatique y Fiction, en Francia. En el número 40 de Cuasar ya había aparecido su relato erótico-apocalíptico «Los festejos del fin del mundo». Con «Blue», Dobrinin vuelve a introducirnos en un mundo de fantasías y leyendas, donde la «multiplicación de las carnes» [corporales] es proporcional a la multiplicación de la dicha. Es, resumidas cuentas, un extrañísimo viaje iniciático que se jalona a lo largo de varias existencias. Como siempre, Dobrinin provoca y sorprende. Acaso el final sea lo de menos: Como en el caso de «Los festejos…», agotadas las posibles experiencias del protagonista, el final es llano (sin vuelta de tuerca), y se adentra en lo desconocido.

El otro foco literario es el relato de Spider Robinson publicado originalmente a principios de la década de 1980, que obtuvo los premios Hugo y Analog. En un formato clásico, Robinson plantea un tema que, en este mundo de contenidos que se multiplican ad infinitum, tiene gran vigencia. No conviene adelantar mucho. Acaso sólo agregar que la resolución cuasi-borgeana del relato va muy en la línea de los grandes cuentos de ciencia-ficción, esos que dejan una marca en la memoria.

Los focos restantes no son ficciones. El primero es un sorprendente hallazgo: los Diarios de Lecturas de Elvio E. Gandolfo. En este caso, un fragmento que abarca de 1977 a 1978. Al leer esta nota tuve la sensación de estar espiando por sobre el hombro de Gandolfo, en su descubrimiento de escritores como John Varley y Barrington Bayley, por entonces desconocidos para el público rioplatense, o sus impresiones sobre revistas como Galaxy o Analog. Algunos comentarios y opiniones de Gandolfo son sencillamente deliciosos.

El último foco es un ensayo de Teresa Pilar Mira de Echeverría, que analiza el concepto de vacío en, principalmente, dos obras de ciencia ficción: Jinetes de la antorcha de Norman Spinrad, y «El foso estelar» de Samuel Delany. Es un texto sumamente accesible y profundo, que vale la pena leer.

Hay un último motivo para tener esta revista, y tiene que ver con cuestiones técnicas (papel de interiores y tapa) y de diseño (nueva maquetación, que contó con aportes de Marcelo Di Lisio). El resultado es una revista mucho más sólida y agradable para la lectura (y, doy fe, a prueba de agua). Luis Pestarini promete seguir con estas favorables mutaciones en los números sucesivos. Incluso, se viene un cambio de logo.

El próximo número de Cuasar (el 50) promete ser de antología: tendrá formato libro y bien podría llegar en abril con varias sorpresas.

Título: Cuasar nº 49
Editorial: Ediciones Cuasar
Edita y dirige: Luis Pestarini
Textos de: Spider Robinson, Elvio E. Gandolfo, Pablo Dobrinin y Teresa Mira, entre otros.
60 páginas
Buenos Aires, Diciembre de 2009.
www.revistacuasar.com.ar

Fuente: Aportado por Alejandro Alonso

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