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Parpadeo en cuásares: señal de una colisión de dos agujeros negros supermasivos

A principios de este año, los astrónomos descubrieron lo que parecía ser un par de agujeros negros supermasivos que girando hacia una colisión tan poderosa que enviaría un estallido de ondas gravitatorias como olas a través de la estructura del espacio-tiempo

Astrónomos de la Universidad de Columbia han proporcionado pruebas de que un par de agujeros negros que orbitan apretadamente uno alrededor del otro son la causa de los destellos rítmicos de luz procedentes del cuásar PG 1.302-102. Sobre la base de los cálculos de la masa de la pareja —juntos, y la relación de una con la otra— los investigadores llegaron a la predicción de una fusión catastrófica dentro de 100.000 años, un tiempo increíblemente largo para los humanos pero un parpadeo en el tiempo para una estrella o un agujero negro. Moviéndose juntos en espiral a 3.500 millones de años luz de distancia de nosotros, bien en las profundidades de la constelación de Virgo, la pareja está separada por apenas una semana-luz. En contraste, el par de agujeros negros más cercano que se ha confirmado tiene una separación de 20 años-luz.

«Este es lo más cercano que hemos llegado de la observación de dos agujeros negros en camino a una colisión masiva», dijo el autor principal del estudio, Zoltan Haiman, astrónomo de Columbia. «Ver la culminación de este proceso nos puede decir si los agujeros negros y las galaxias crecen a la misma velocidad, y probar por fin una propiedad fundamental del espacio-tiempo: su capacidad para transmitir a través suyo vibraciones llamadas ondas gravitacionales, producidas en la última etapa, más violenta, de la fusión».

En el centro de la mayoría de las galaxias gigantes, incluyendo la nuestra, la Vía Láctea, se encuentra un agujero negro supermasivo tan denso que ni siquiera la luz puede escapar. Con el tiempo, los agujeros negros crecen y crecen —millones a miles de millones de veces más masivos que el Sol— engullendo estrellas, galaxias e incluso a otros agujeros negros.

Se puede detectar un agujero negro supermasivo canibalizando a otro por el misterioso parpadeo de un cuásar, el faro de luz producido por los agujeros negros cuando incineran el gas y polvo que gira alrededor de ellos. Normalmente, los cuásares brillan y se apagan al azar, pero cuando dos agujeros negros están a punto de unirse, el cuásar parece que parpadea a intervalos regulares, como una bombilla con temporizador.

Recientemente, un equipo dirigido por Matthew Graham, astrónomo computacional en el Instituto de Tecnología de California, diseñó un algoritmo para seleccionar la repetición de señales de luz de 247.000 cuásares monitoreados por telescopios en Arizona y Australia. De los 20 pares de candidatos de agujeros negros descubiertos, se centraron en el más convincente y brillante cuásar: PG 1302 a 102. En un estudio de enero en la revista Nature, demostraron que PG 1302-102 parecía acrecentar su brillo un 14 por ciento cada cinco años, lo que indica que el par está a menos de una décima parte de un año luz de distancia.

Intrigado, Haiman y sus colegas se preguntaron si podían construir un modelo teórico para explicar la repetición de la señal. Si los agujeros negros eran tan cerca como ellos predijeron, uno tenía que estar dando vueltas alrededor de una contraparte mucho más grande a casi una décima parte de la velocidad de la luz, fue su hipótesis. A esa velocidad, el agujero negro más pequeño parecería brillar más al acercarse a la línea de visión de la Tierra bajo el efecto Doppler relativista de un haz de radiación cuya fuente se mueve.

Si esto es correcto, predijeron que encontrarían un ciclo de cinco años en las emisiones ultravioletas del quásar, con sólo dos veces y medio más variación en su intensidad. Analizando las observaciones de UV recogidas por los telescopios espaciales de la NASA Hubble y GALEX, encontraron exactamente eso.

Entre las explicaciones anteriores de la señal repetitiva se incluye una deformación en los discos de escombros que orbitan alrededor de los agujeros negros, una oscilación en el eje de un agujero negro, y un disco de escombros ladeado porque un agujero negro atrae el material del otro, todo creando la impresión de un parpadeo periódico al verlo desde la Tierra.

El nuevo estudio también ofrece una nueva técnica para la investigación de otros agujeros negros convergentes, dijeron los investigadores. Al estimar la masa combinada y relativa de los agujeros negros de PG 1302-102, ellos redujeron el tiempo predicho para el choque del par a entre 20.000 y 350.000 años a partir de ahora, con la mejor estimación en 100.000 años. (El tiempo de impacto previsto por el equipo de Graham era entre 10.000 a varios millones de años a partir de ahora, con la mejor estimación en 250.000 años).

«Podemos empezar a poner números a las tasas a que los agujeros negros se juntan y se unen en agujeros negros más grandes, y utilizar lo que estamos aprendiendo para buscar más pares de agujeros negros», dijo el coautor del estudio David Schiminovich, astrónomo de Columbia.

 

 

Un aumento en la cantidad de descubrimientos de agujeros negros binarios ha causado que los astrónomos esperen que se pueda detectar una colisión en la próxima década. Este verano, Graham y sus colegas informaron otros 90 candidatos, mientras que los astrónomos de Columbia esperan dar a conocer pronto descubrimientos propios a partir de datos recogidos en el Observatorio Palomar en California.

Con más agujeros negros para ver, crece la oportunidad de ser testigos de un choque y de las ondas gravitacionales predichas por la teoría general de la relatividad de Einstein, pero que aún no se han detectado.

«La detección de ondas gravitacionales nos permite sondear los secretos de la gravedad y probar la teoría de Einstein en el ambiente más extremo en nuestro universo: los agujeros negros», dijo el autor principal del estudio, Daniel D’Orazio, un estudiante graduado en Columbia. «Llegar allí es un santo grial de nuestro campo.»

Fuente: Daily Galaxy. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Existen millones de agujeros negros supermasivos ocultos por el polvo y el gas

Los astrónomos encontraron evidencia de que existiría una gran población de agujeros negros supermasivos ocultos en el Universo

Utilizando el observatorio satelital Nuclear Spectroscopic Telescope Array (NuSTAR) de la NASA, el equipo de científicos internacionales detectó los rayos X de alta energía de cinco agujeros negros supermasivos previamente cubiertos de la vista directa por el polvo y el gas. La investigación, dirigida por los astrónomos de la Universidad de Durham, Reino Unido, apoya la teoría de que, potencialmente, millones más de agujeros negros supermasivos en el Universo, pero que están ocultos a la vista.

Los científicos apuntaron el NuSTAR a los nueve candidatos de agujeros negros supermasivos escondidos que se creían extremadamente activos en el centro de las galaxias, pero donde todo el peso de esta actividad estaba potencialmente oscurecida de la vista.

Los rayos X de alta energía que se encontraron en cinco de los agujeros negros confirmaron que habían sido ocultados por el polvo y el gas. Los cinco eran mucho más brillantes y más activos de lo que se pensaba, ya que devoraron rápidamente el material que los rodea y emitieron grandes cantidades de radiación.

Estas observaciones no eran posibles antes de existir el NuSTAR, que se lanzó en 2012, y que es capaz de detectar rayos X de energía mucho mayor que los observatorios satelitales anteriores.

«Durante mucho tiempo hemos sabido de agujeros negros supermasivos que no están oscurecidos por el polvo y el gas, pero se sospecha que muchos más se ocultan a nuestra vista», dijo el autor George Lansbury, un estudiante de postgrado en el Centro de Astronomía Extragaláctica en la Universidad de Durham.

«Gracias a NuSTAR, por primera vez hemos podido ver claramente estos monstruos ocultos que se predecía que estarían allí, pero que previamente han sido difíciles de alcanzar debido a su estado de ‘cubiertos’.

«Aunque sólo hemos detectado cinco de estos agujeros negros supermasivos ocultos, cuando extrapolamos los resultados a través de todo el Universo entonces los números pronosticados son enormes y de acuerdo con lo que podríamos esperar.»

Daniel Stern, científico del proyecto del NuSTAR en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, añadió: «Los rayos X de alta energía son más penetrantes que los rayos X de baja energía, por lo que podemos ver más profundamente en el gas que cubre los agujeros negros. NuSTAR nos permite ver lo grandes que son los monstruos ocultos y está ayudando a aprender por qué sólo algunos agujeros negros se ven oscurecidos».

 

 

La investigación fue financiada por el Consejo de Ciencia y Tecnología (STFC) y ha sido aceptada para su publicación en The Astrophysical Journal. Los resultados se han presentado en la Reunión Nacional de Astronomía de la Real Sociedad Astronómica, en Llandudno, Gales.

La imagen en la parte superior de la página muestra un chorro de partículas disparadas fuera del agujero negro en el centro de la galaxia M87. (Avery E. Broderick, de la Universidad de Waterloo / Perimeter Institute)

Fuente: Daily Galaxy. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Con el Hubble descubren que la energía del cuásar más cercano proviene de un agujero negro doble

Un equipo de astrónomos que trabajan con el Telescopio Espacial Hubble de la NASA han descubierto que Markarian 231 (Mrk 231), la galaxia más cercana a la Tierra que alberga un cuásar, es alimentada por dos agujeros negros centrales girando furiosamente uno alrededor del otro

El hallazgo indica que puede ser común que los cuásares —los núcleos brillantes de las galaxias activas— alberguen dos agujeros negros supermasivos centrales que se orbitan uno al otro, como resultado de la fusión de dos galaxias. Al igual que un par de patinadores que giran, el dúo de agujeros negros genera enormes cantidades de energía que hace que el núcleo de la galaxia anfitriona eclipse el brillo de la población estelar de la galaxia, de miles de millones de estrellas. A estos objetos los científicos los identifican como cuásares.

Los científicos analizaron en el archivo del Hubble las observaciones de la radiación ultravioleta emitida desde el centro de Mrk 231, descubriendo lo que describen como «propiedades extremas y sorprendentes.»

Si sólo hubiese un agujero negro presente en el centro del cuásar, todo el disco de acreción de gas caliente que lo rodea brillaría en rayos ultravioleta. En lugar de ello, el brillo ultravioleta del disco de polvo decae abruptamente hacia el centro. Esto proporciona evidencia observacional de que el disco tiene un gran hueco en forma de rosquilla que rodea el agujero negro central. La mejor explicación para estos datos observados, sobre la base de modelos dinámicos, es que el centro del disco ha tomado esa forma por la acción de dos agujeros negros en órbita uno alrededor del otro. El segundo agujero negro, más pequeño, órbita en el borde interior del disco de acreción, y tiene su propio mini-disco con su correspondiente resplandor ultravioleta.

«Estamos muy entusiasmados con este hallazgo, ya que no sólo muestra la existencia de un sistema binario muy apretado de agujeros negros en Mrk 231, sino que también abre una nueva forma de buscar sistemáticamente agujeros negros binarios por medio de la naturaleza de su emisión de luz ultravioleta», dijo Youjun Lu, de los Observatorios Astronómicos Nacionales de China, de la Academia China de las Ciencias.

«La estructura de nuestro universo, como esas galaxias gigantes y cúmulos de galaxias, crece al fusionarse los sistemas más pequeños para formar otros más grandes, y los agujeros negros binarios son consecuencias naturales de estas fusiones de las galaxias», añadió el co-investigador Xinyu Dai de la Universidad de Oklahoma.

Se estima que el agujero negro central posee 150 millones de veces la masa de nuestro Sol, y el compañero 4 millones de masas solares. Este dinámico dúo completa una órbita alrededor del otro cada 1,2 años.

El agujero negro de menor masa es el remanente de una galaxia más pequeña que se fusionó con Mrk 231. La evidencia de una reciente fusión proviene de la asimetría de la galaxia, y las largas colas de estrellas azules jóvenes.

El resultado de la fusión fue hacer que Mrk 231 sea una galaxia energética con un ritmo de formación estelar 100 veces mayor que el de nuestra galaxia, la Vía Láctea. El gas que cae al agujero alimenta la maquinaria del agujero negro, disparando flujos y produciendo una turbulencia en el gas que incita una tormenta de nacimiento de estrellas.

Se prevé que los agujeros negros binarios giren en espiral cada vez más cerca y colisionen dentro de unos pocos cientos de miles de años.

 

 

Mrk 231 se encuentra 581 millones de años-luz de distancia.

Los resultados fueron publicados en en la edición del 14 de agosto 2015 de The Astrophysical Journal.

Fuente: Sitio Hubble. Aportado por Eduardo J. Carletti

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