Vampiros, vampiros, ahora todo el mundo es especialista en vampiros. Al menos eso parece con el éxito de los libros y las películas de la saga Crepúsculo, el triunfo el año pasado de la película sueca Let the Right one in, la popularidad de series de televisión como True Blood de HBO y el hecho de que los libros de vampiros están constantemente entre los éxitos editoriales de los últimos años. Verdaderamente, Bram Stoker quedaría impresionado si regresara hoy y viera que el género que creó con Drácula sigue desarrollándose con fuerza y por el momento no da señales de menguar
Con la popularidad desenfrenada del género de vampiros era quizá inevitable que el director coreano Park Chan-wook hiciera una película de vampiros. El género parece hecho a medida para él, con su indispensable derramamiento de sangre, por la que Park siente una inclinación probada en películas como Oldboy (2003) y Lady Vengeance (2005). Pero los films de Park también tienden a ser sobre la redención, y sobre la legítima cólera ante la injusticia y la maldad. Estos temas atemperan su trabajo colmado de gore con conciencia moral; conciencia moral ensangrentada pero conciencia moral al fin. «Thirst» es un film emblemático del trabajo de Park hasta la fecha, sólo que esta vez con vampiros.
Thirst está protagonizada por Song Kang-ho como el Padre Sang-hyeon y por Kim Ok-vin como Tae-joo, la esposa atormentada con la que el sacerdote se ve involucrado. El método por el cual Sang se convierte en un vampiro parece casi plausible. Esta es una de las cosas más atractivas de Thirst; es una película acerca de una criatura sobrenatural que parece sólo oblicuamente sobrenatural. De hecho, Park pervierte completamente uno de los elementos sobrenaturales claves de las películas de vampiros dándole a su vampiro principal una figura religiosa, la de un sacerdote. No hay una escena en la que Sang se acobarde ante una cruz, te da la impresión de que la cruz no tendría efecto sobre él. En la visión del vampirismo de Park la aflicción no te hace malo, intensifica tu carácter esencial. La naturaleza humanitaria de Sang lucha contra el influjo de la sed de sangre que siente. Cuando está encontrando formas afines a su personalidad para manejar el problema entra en contacto con Tae-joo, la mujer que, en sus esfuerzos por salvarla, lo llevará a lugares donde nunca pensó que iría. Su romance es una montaña rusa emocionante, tempestuosa, violenta y sexual. Sus escenas de amor, especialmente la del hospital, están entre las escenas más extrañas y extrañamente eróticas filmadas alguna vez. Ésta no es la serie Crepúsculo donde el vampiro se priva de carnalidad para preservar la pureza de su amante; para estos amantes el abandono sexual es pureza.
Thirst cuenta con excelentes actuaciones de los dos protagonistas y de algunos de los actores de reparto. Song representa a Sang-hyeon como a un hombre piadoso pero conflictuado, que después de alguna debilidad recobra su decencia interior. La atractiva Tae-joo de Kim Ok-vin es lo más destacado de la película. La evolución de Tae-joo de víctima pasiva a compañera sexual salvaje y a agresora mortífera parece natural, incluso inevitable, gracias al trabajo de Kim. Shin Ha-kyun como Kang-woo, el marido de Tae-joo, ofrece una actuación atrapante. Kim Hae-sook como su madre, y la suegra de Tae-joo, sobrelleva a la testigo muda del acto final de justicia de la película.
Thirst es una película con una bella fotografía. Sus escenas son ricas en colores suaves y están compuestas con tal balance que parecen adecuadas para ponerlas en un cuadro. Park usa su cámara para crear un sentido de movimiento-en-la-quietud; en muchas escenas los actores principales están quietos pero la cámara baja en picada alrededor de ellos, aunque no lo hace con el efecto de una cámara digital con su temblor inherente. Los barridos de Park son fluidos y rítmicos y proveen múltiples ángulos de la misma escena de una manera elegante y agradable. Todos los efectos visuales y especiales de Thirst son imaginativos, libres de irregularidades y aparentemente auténticos.
Thirst llega justo cuando pensabas que habías visto la mejor película de vampiros en años con Let the Right One In el año pasado. Park Chan-wook ha creado una película que define el género. Es un gambito sangriento, sensual, acrobático, que tiene éxito en cada nivel. Su versión del vampirismo honra al género al tiempo que lo subvierte con su indiferencia por lo sobrenatural, su franqueza sexual y su reverencia por la justicia. Thirst es la declaración de Park de que puede dominar cualquier género que elija para expresarse.
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Fuente: Andrew Ricks Jr, Houston Movie Examiner. Aportado por Silvia Angiola
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