Bacterias producen nanomagnetismo para navegar por los océanos

Se ha decodificado el código genético de unos imanes biológicos de tamaño nanométrico llamados «magnetosomas»

Los magnetosomas son creados por bacterias que rechazan el oxígeno para poder dirigirse usando el campo magnético terrestre, a menudo en las regiones profundas del océano, donde hay menos oxígeno.

Ahora que se han identificado los genes, éstos pueden ser transferidos a otros organismos o se los puede modificar para producir partículas magnéticas ajustadas a aplicaciones prácticas.

Hasta ahora, por ejemplo, se habían extraído estas partículas de las bacterias y se inyectaban en ratones para mejorar la imagen de sus cánceres en los escáneres de IRM.

También se las ha utilizado como nanomagnetos en pruebas para detectar moléculas biológicas tales como la insulina, la hormona que regula el azúcar.

Atracción de familia

Tadashi Matsunaga, de la Universidad de Agricultura y Tecnología en Tokio, Japón, descubrió los genes centrales comparando los genes de bacterias magnéticas bien conocidas con los de una especie mucho más distante, llamada Desulfovibrio magneticus, cepa RS-1.

El grupo más importante, llamado «isla de magnetosoma», contiene nueve genes que instrumentan la construcción de las estructuras.

Las bacterias forman los magnetosomas rellenando una vesícula grasa con hierro. A continuación, el hierro es oxidado para crear magnetita, una forma de óxido de hierro fuertemente magnética. Por último, la magnetita se convierte en cristales que se disponen en línea.

Además de identificar los genes necesarios para formar los magnetosomas, los experimentos de Matsunaga sugieren que estos genes no están limitados a las bacterias magnéticas conocidas, sino que se han extendido a familias de bacterias de parentezco distante.

«No es una prueba definitiva, pero es un argumento muy fuerte de ello», dice Dirk Schüler, quien encabeza un equipo que estudia magnetobacterias en la Universidad Ludwig-Maximilian en Munich, Alemania.

El equipo de Schüler ha estado desarrollando magnetosomas para usarlas como nanopartículas para la obtención de imágenes y el tratamiento de tumores.

Matsunaga se ha centrado en el desarrollo de kits de detección que dependen de partículas magnéticas para separar anticuerpos asociados a moléculas como la insulina.

Publicación de referencia: Genome Research, DOI: 10.1101/gr.088906.108

Fuente: News Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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