Sólo un día después del anuncio del hallazgo del primer planeta extrasolar que orbita su estrella en sentido contrario, otros dos equipos anunciaron el descubrimiento de un segundo
«Es curioso que los dos casos de órbitas muy desalineadas, y órbitas retrógradas, hayan llegado al mismo tiempo», dice Joshua Winn del MIT, autor principal de uno de los nuevos documentos.
Tanto el equipo de Winn como el otro, dirigido por Norio Narita del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, utilizaron el telescopio japonés Subaru para observar el planeta HAT-P-7b, un planeta ya conocido que está ubicado a unos 1.000 años luz de la Tierra, y que fue observado recientemente por el nuevo satélite caza planetas Kepler de la NASA. Ambos equipos encontraron que la órbita del planeta es tremendamente inclinada con respecto al ecuador a su estrella.
El giro estelar
Las mediciones de Winn indican que el planeta gira hacia atrás sobre el ecuador de la estrella, a una inclinación de aproximadamente 180°, o que orbita los polos de la estrella, con una inclinación de 90°.
Es difícil distinguir entre los dos escenarios, porque los astrónomos no pueden decir en que ángulo está apuntando la estrella hacia la Tierra. Ellos sólo pueden detectar que uno de los lados de la estrella tiene un componente de velocidad de rotación hacia la Tierra, mientras que el otro lado tiene un componente que está girando en sentido opuesto.
«No sabemos si se trata de una estrella de rotación lenta que estamos viendo de lado, o una estrella con un giro verdaderamente rápido que estamos viendo desde uno de sus polos», dice Winn. «Podría ser como el Sistema Solar, pero girando al revés, o puede ir de polo a polo. De cualquier forma, es genial».
Debido a que HAT-P-7b está en el campo de visión de Kepler, Kepler podría resolver el misterio observando el movimiento de las manchas solares sobre la superficie de la estrella.
Discrepancia en los datos
El grupo de Narita, por otra parte, informa que la órbita del planeta se inclina 227° con respecto al ecuadora de la estrella, lo que da una discrepancia de aproximadamente 45° con los números de Winn.
«Estadísticamente, son altamente discrepantes», le dijo Winn a New Scientist. «No tengo ninguna explicación».
La discrepancia se puede deber a diferencias en la forma en que utilizaron el telescopio los dos equipos, o en los modelos que utilizan para interpretar sus resultados. No lo sabrán a ciencia cierta hasta que puedan intercambiar datos, dice Winn.
«No es raro que estas mediciones sean lo suficientemente difíciles como para que haya ambigüedad», dice Adam Burrows de la Universidad de Princeton, quien no participó en la investigación.
Gran inclinación
Greg Laughlin de la Universidad de California, Santa Cruz, que tampoco participa en el trabajo, está de acuerdo. «Creo que es sólo un pequeño error sistemático el que está llevando a la diferencia», dijo a New Scientist. «Creo que el mensaje a tomar es que los dos análisis sugieren que hay, muy probablemente, un planeta retrógrado», dice Laughlin. «Los datos siguen siendo un poco ruidosos. Creo que después de obtener un poco más de mediciones, la discrepancia será resuelta».
«Por lo menos dos conjuntos de datos apuntan a la misma conclusión cualitativa, que la cosa se inclina un poco», añade Winn. La máxima inclinación de los planetas de nuestro Sistema Solar es de 7°.
Sombra de un compañero
Tanto HAT-P-7b como el planeta anunciado el miércoles, WASP-17b , son «Júpiters calientes», planetas gigantes gaseosos muy cerca de sus estrellas. HAT-P-7b, que tiene 1,4 veces el diámetro de Júpiter y es 1,8 veces más masivo, es más pequeño y más pesado que WASP-17b, que puede ser el exoplaneta más grande y menos denso que se ha encontrado hasta la fecha.
Ambos planetas pueden haber sido empujados a sus extrañas órbitas por un encuentro cercano con otro planeta, o por la progresiva atracción gravitatoria de una estrella compañera invisible. «Las teorías giran todas sobre el mismo tema: se necesita por lo menos otro cuerpo en el sistema que haga algo para cambiar la órbita», dice Winn.
¿Planeta hermano?
De hecho, el equipo de Winn dice que el tambaleo de la estrella anfitriona de HAT-P-7b indica que la estrella tiene otro planeta en su sistema, más alejado.
¿Podría ser este planeta aún no confirmado el responsable de la órbita en sentido inverso de HAT-P-7b? «No lo sabemos», le dijo Winn a New Scientist.
«Esto es, claramente, algo que debe ser objeto de seguimiento».
Aunque ambos equipos que estudian la estrella HAT-P-7, como el equipo que estudia a WASP-17, han presentado sus artículos a revistas con equipo de revisión, ninguno ha sido aceptado aún para su publicación.
Planetas locos
Winn no sabía que el grupo WASP-17 iba a liberar su documento ayer, pero él afirma que no sintió que le ganaron de mano. «En el esquema de las cosas más grandes, realmente no importa», dice. «Es excelente para el campo que dos de estos objetos hayan sido encontrados al mismo tiempo. Es simplemente otra manera de ver que los exoplanetas son diferentes; diferentes de las expectativas y diferentes de los del Sistema Solar.»
«Estamos encontrando tantos planetas en estos días, que resulta obligado ver algunas rarezas», añade Burrows. «Estos no serán los últimos».
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti
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