Astrónomos de la Universidad de Hawai han descubierto una galaxia gigante que rodea el agujero negro supermasivo más lejano que se ha encontrado. La galaxia, tan distante que se ve como era hace 12.800 millones de años, es tan grande como la Vía Láctea y alberga un agujero negro supermasivo que contiene al menos mil millones de veces la materia de nuestro Sol
«Es sorprendente que existiera una galaxia gigante cuando el universo tenía sólo un dieciseisavo de su edad actual«, dijo el Dr. Tomotsugu Goto, «y que contenga un agujero negro mil millones de veces más masivo que el Sol.. La galaxia y su agujero negro debe haberse formado muy rápidamente en el Universo primitivo».
El conocimiento sobre galaxias que contienen agujeros negros supermasivos es importante para comprender el viejo misterio de cómo han evolucionado juntos las galaxias y los agujeros negros.
Hasta ahora, el estudio de galaxias distantes en el Universo ha resultado muy difícil debido a que la brillante luz cegadora que surge de las proximidades del agujero negro hace difícil ver la luz ya débil de la galaxia anfitriona.
Para ver el agujero negro supermasivo, el equipo de científicos utilizó un nuevo dispositivo, el Charge Coupled Devices (CCDs) sensible al rojo instalado en la Suprime-Cam del telescopio Subaru en Mauna Kea.
El Prof. Satoshi Miyazaki, del Observatorio Astronómico Nacional del Japón (NAOJ), fue el investigador principal para la creación del nuevo CCD y colaborador en este proyecto. Él dijo: «La mayor sensibilidad de los nuevos sensores CCD nuevo ha dado un descubrimiento excitante como primer resultado.»
El origen de los agujeros negros supermasivos sigue siendo un problema sin resolver, y este nuevo dispositivo y sus hallazgos podrían abrir una nueva vía de investigación de la co-evolución galaxia-agujero negro en los albores del Universo.
El modelo que se prefiere hoy requiere que se combinen varios agujeros negros intermedios. La galaxia descubierta en este trabajo aporta un sitio conteniendo uno de estos agujeros negros intermedios. Después de formarse, los agujeros negros supermasivos a menudo siguen creciendo debido a que su gravedad atrae la materia de los objetos circundantes. La energía liberada en este proceso es la brillante luz emitida desde la región que rodea el agujero negro.
Un análisis cuidadoso de los datos reveló que el 40 por ciento de la luz cercana al infrarrojo que se observa (en una longitud de onda de 9100 Angstroms) pertenece a la galaxia en sí, y el 60 por ciento de las nubes circundantes de material (nebulosas) que ilumina el agujero negro.
Los resultados científicos serán publicados en la revista Monthly Notices de la Royal Astronomical Society a finales de septiembre. Su trabajo está disponible aquí.
Fuente: Universe Today. Aportado por Eduardo J. Carletti
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