Nuevas imágenes revelan una vista sin precedentes de los vientos que rotan dentro de la famosa Gran Mancha Roja de Júpiter y permiten a los científicos construir el primer mapa climático detallado del interior de esta tormenta gigante
“Es nuestra primera mirada en detalle dentro de la mayor tormenta del Sistema Solar”, dijo Glenn Orton, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, y líder del equipo que estudió la mancha roja de Júpiter.
Orton y su equipo observaron imágenes térmicas de la Gran Mancha Roja tomadas por el Telescopio Muy Grande (Very Large Telescope, VLT) del Observatorio Europeo del Sur (European Southern Observatory, ESO) en Chile. Las imágenes revelaron que los colores más rojos en la Gran Mancha corresponden a un núcleo caliente dentro del sistema de tormenta fría, y las imágenes muestran vías oscuras en los bordes de la tormenta, donde los gases descienden a las regiones profundas del planeta.
Las observaciones se detallarán en la revista Icarus y les aportan a los científicos una idea sobre los patrones de circulación dentro del sistema de tormenta más conocido en el Sistema Solar.
“Alguna vez pensamos que la Gran Mancha Roja era un antiguo óvalo liso sin demasiada estructura, pero estos nuevos resultados demuestran que, de hecho, es extremadamente complejo”, dijo Orton.
La Gran Mancha Roja de Júpiter tiene cientos de años de antigüedad, al menos, y ha sido observada por los astrónomos desde hace siglos. La tormenta es masiva, y es suficientemente grande como para alojar tres Tierras en su interior.
Las imágenes del VLT permiten a los astrónomos mapear la temperatura, los aerosoles y el amoniaco en la Gran Mancha Roja, dentro y alrededor de la tormenta, y hacer mapas de cómo cambian con el tiempo. Los años de observación del VLT, acoplados a los de otros observatorios, revelan cómo la tormenta es increíblemente estable a pesar de las turbulencias, agitación y encuentros cercanos con otros anticiclones que afectan al borde del sistema de tormenta.
Júpiter también tiene una Pequeña Mancha Roja, que se formó en el 2000. En el 2008, una tercera mancha roja apareció en la superficie de Júpiter, una tormenta que antes era blanca y de forma oval,. Pero es la Gran Mancha Roja la que domina la atención en el nuevo estudio.
La Gran Mancha Roja es una zona fría en Júpiter con temperaturas medias de menos 160 grados Celsius (- 256 º Fahrenheit).
“Uno de los hallazgos más intrigantes muestra que la parte central de la mancha, de más intenso naranja-rojo, está a 3 a 4 grados más caliente que el ambiente que la rodea”, dijo el miembro del equipo Leigh Fletcher de la Universidad de Oxford en Inglaterra.
Esta diferencia de temperatura podría no parecer mucho, pero es suficiente para permitir la circulación de la tormenta, normalmente en sentido anti-horario, desplazándose a una débil circulación horaria en el propio centro de la tormenta. No sólo eso, sino que en otras partes de Júpiter, el cambio de temperatura es suficiente para alterar la velocidad de los vientos y afectar los patrones de nubes en los cinturones y zonas.
“Esta es la primera vez que podemos decir que hay un vínculo íntimo entre las condiciones ambientales —temperatura, viento, presión y composición— y el color real de la Gran Mancha Roja”, dijo Fletcher. “Aunque podemos especular, aún no sabemos con seguridad qué elementos químicos o procesos están provocando ese profundo color rojo, pero sabemos que está relacionado con cambios en las condiciones ambientales en el núcleo de la tormenta”.
Fuente: Space. Aportado por Eduardo J. Carletti
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