Se trata de criaturas de aguas profundas, y lo remarcable es que serían las primeras que se descubren
La afirmación es sorprendente y las pruebas son indirectas, pero los biólogos marinos parecen aceotar la idea de que los animales multicelulares pueden vivir sin oxígeno.
Los investigadores divulgan en línea el 6 de abril en la revista BMC Biology que tres especies de Loricifera, una criatura que suena y se ve como algo salido de un libro infantil, parecen llevar adelante toda su vida sin oxígeno.
«Este descubrimiento es realmente excepcional», dice el biólogo de invertebrados Gonzalo Giribet, de la Universidad de Harvard, quien no fue parte del estudio.
Encontradas en un agujero infernal, salobre y sulfuroso, a 3,5 kilometros bajo la superficie del mar Mediterráneo, las criaturas recién descubiertas parecen diminutas tazas a las que les brotan tentáculos. Los loricíferos son animales multicelulares reales, sin embargo son tan diferentes de otras criaturas marinas que estos pequeños bichos raros tienen su propio filo, a la par de los moluscos y los artrópodos.
Hasta ahora, los biólogos esperaban que sólo pudiesen prosperar en lugares sin oxígeno los organismos unicelulares como las bacterias. Se sabía que los animales multicelulares pueden pasar o atrincherarse temporalmente en ambientes sin oxígeno, pero en todos los casos deben tenerlo de alguna manera, en algún momento. Después de las pruebas moleculares y el examen microscópico, los científicos encontraron que las tres especies de loricíferos halladas en ese desagradable lugar no estaban de visita.
Encontrar un residente a tiempo completo de zonas sin oxígeno «sería una divisoria de aguas en la forma en que podemos pensar sobre dónde viven los animales», dice Tim Shank de la Institución Oceanográfica Woods Hole en Massachusetts. Él estudia los animales que viven en ese improbable, profundo, cruel y caliente mundo de los respiraderos en el océano, que sin embargo siguen dependiendo del agua con oxígeno que se encuentar alrededor. Si un animal puede realmente sobrevivir a largo plazo en un lugar totalmente libre de oxígeno, dice Shank, esto sería «un paso más allá» en las maravillas de los ventiladeros.
El hogar de los loricíferos, la cuenca L’Atalante, se volvió así de salobre cuando el mar Mediterráneo estaba cerrado al Atlántico y la sal se concentró en la cuenca tanto como lo hace hoy en el Mar Muerto. Cuando el Mediterráneo de volvió a conectar con el Atlántico, la extrema salmuera quedó atrapada en el L’Atalante y otras cuencas profundas.
Tres expediciones de investigación —en 1998, 2005 y 2008— han encontrado loricóferos en muestras de la cuenca. Cuando los investigadores encontraron por primera vez los animales, «pensábamos que eran cadáveres», dijo el coautor del estudio, Roberto Danovaro, de la Universidad Politécnica de Marche en Ancona, Italia.
Para ver si los loricíferos habían flotado hacia abajo justo después de morir en otra parte, los investigadores obtuvieron más núcleos de sedimentos y los probaron en el barco en incubadoras llenas de nitrógeno, protegidas del oxígeno. En las pruebas moleculares, los animales parecían estar vivos y metabolizando.
La presencia de recambios de piel también indica que los loricíferos crecían en el lugar. Podían estar reproduciéndose allí. Dos individuos tenían huevos, dijo Danovaro. Además, los loricíferos no tienen ni siquiera un milímetro de largo y tienen una movilidad limitada, así que es poco probable que se hayan movido a través de los 50 metros de agua sin oxígeno por encima de ellos. Por lo tanto, sostienen los investigadores, lo más probable es que la cuenca sea su hogar de tiempo completo.
La evidencia puede ser indirecta, pero «creo que tienen razón», dice Lisa Levin de la Institución Scripps de Oceanografía en La Jolla, California
Las imágenes con microscopio electrónico muestran que los interiores celulares de los loricíferos se ven adaptados para una vida de oxígeno cero, dice Danovaro. Sus células no parecen tener mitocondrias, que utilizan el oxígeno para generar energía. En cambio, las imágenes de los tejidos de los loricíferos revelan lo que parecen ser hidrogenosomas, orgánulos que le aportan la energía a algunas criaturas unicelulares anaeróbicas.
Y cerca de las partes que parecen hidrogenosomas en los loricíferos hay estructuras con forma cilíndrica que podrían ser organismos simbióticos. Algunas criaturas unicelulares dependen de tener estos organismos junto a los orgánulos que cosechan la energía.
De hecho, el equipo de investigación puede haber encontrado criaturas multicelulares que viven en condiciones de anoxia, pero la evidencia de que esas criaturas poseen hidrogenosomas todavía parece «preliminar», advierte Johannes Hackstein, de la Universidad de Radboud Nijmegen en los Países Bajos, que estudia las estructuras. Las micrografías electrónicas de diminutas estructuras no son suficientes, dice, sin experimentos fisiológicos y tinción de las partes de la célula.
Fuente: Science News. Aportado por Eduardo J. Carletti
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