Un equipo internacional de científicos ha confirmado que los fragmentos de un meteorito que se vio caer como una bola de fuego en Marruecos el pasado julio proceden de Marte
La Sociedad Internacional de Meteoritos y Ciencia Planetaria publicó en su boletín los detalles de este meteorito, bautizado como Tissint, el mayor que ha llegado a la Tierra hasta ahora.
Se trata de siete kilos de material rocoso en fragmentos que van desde un gramo a casi un kilo, según explicó Edward Scott, presidente de la asociación que agrupa 950 científicos, incluidos varios de la NASA, que confirman y nombran los meteoritos.
Los meteoritos son objetos compuestos de roca y metal que a veces se desprenden de los diversos cuerpos del Sistema Solar, y después de viajar por el espacio caen en la Tierra o la Luna. La mayoría de los meteoritos no se observan al caer, sino que se encuentran mucho tiempo después, y luego son sometidos a una serie de pruebas científicas para determinar su procedencia. De ahí la importancia de Tissint, que cayó en julio y sus restos comenzaron a recuperarse en octubre, antes de que el contacto con la tierra comenzara a afectarle.
«Las rocas de Marte son muy valiosas y ésta es especialmente importante, ya que su caída es reciente, y ojalá esté libre de cualquier contaminación terrestre», señaló Scott.
Este meteorito es el quinto procedente de Marte que se ha visto al impactar en la Tierra y, según indicó Scott, hay registrados otros 55 meteoritos procedentes de Marte. La NASA confirmó la procedencia y la autenticidad del meteorito.
Oportunidad maravillosa
Dwayne Brown, uno de los portavoces de la agencia espacial destacó la importancia de este ejemplar por ser «una muestra reciente, casi sin afectar por la exposición a la atmósfera de la Tierra y la biosfera».
Brown explicó que «debido a su importancia para la ciencia, la NASA siempre se ha asociado con otras organizaciones para recuperar meteoritos de Marte y otras procedencias». El hallazgo de este meteorito «proporcionará una oportunidad maravillosa para estudiar las condiciones antiguas de Marte, incluidos los que podrían haber sido necesarios para la vida».
La historia de Tissint se remonta a las 2 de la madrugada del 18 de julio de 2011, cuando una brillante bola de fuego fue observada por varias personas en la región del valle del río Oued Drâa, al este de la región de Tata en Marruecos. Uno de los testigos, Aznid Lhou, informó de que el fuego era de color amarillo al principio y se transformó en un color verdoso que iluminó todo el área antes de parecer que se dividía en dos partes, y se escucharan dos explosiones sobre el valle.
En octubre de 2011, los nómadas comenzaron a encontrar en una remota área de la cuenca del Oued Drâa unas piedras poco comunes, recubiertas por una corteza de color negro, con crestas en la capa exterior y algunas zonas más brillantes. Otras de las rocas tienen la corteza más delgada y en algunos se ha fragmentando dejando entrever otras zonas grisáceas con macrocristales de olivino amarillo muy pálido y algunos pequeños focos de vetas muy finas de cristal negro, todas sin evidencias de acción de los elementos terrestres.
Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti
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