Un rifle que puede disparar balas explosivas que detonan alrededor de un metro de un objetivo podría aportar a los soldados capacidad de fuego contra los francotiradores escondidos en trincheras, detrás de paredes o en el interior de edificios
El ejército de EE.UU. ha desarrollado el fusil XM25, que le aportará a sus tropas una alternativa a la solicitud de fuego de artillería o ataque aéreo cuando un enemigo se ha puesto a cubierto y no puede ser blanco de fuego directo. «Este es el primer avance tecnológico para las tropas que hemos sido capaces de desarrollar e implementar», dice Douglas Tamilio, jefe de proyecto para nuevas armas para los soldados del ejército. «Esto les da una herramienta más en su equipo».
La mira del rifle utiliza un telémetro láser para calcular la distancia exacta. El soldado puede sumar o restar hasta tres metros de distancia para permitir que las balas salven la barrera y exploten por encima o al lado del blanco (véase el diagrama).
Cuando el arma se dispara, la mira envía una señal de radio a un chip en el interior de la bala, marcándole la distancia exacta a la meta. Una ranura espiral en el interior del barril causa que la bala gire a medida que viaja. La bala también contiene un transductor magnético, y esta rotación a través del campo magnético de la Tierra genera una corriente alterna. La patente de esta bala, concedida al fabricante, Alliant Techsystems, revela que el chip utiliza las fluctuaciones en esta corriente para contar cada revolución y, como la distancia que avanza mientras completa un giro es conocida, se puede calcular cuánto ha recorrido la bala.
El rifle permitiría a un soldado ubicado frente a un francotirador que dispara desde una ventana obtener una medición de la distancia hasta ella, agregar un metro, hacer fuego a través de la ventana y detonar un metro dentro de la habitación. El mismo método podría ser utilizado para disparar detrás de una pared o en una zanja.
En la actualidad, dice Tamilio, los soldados que se enfrentan con enemigos detrás de algo que los cubre tienen la opción de lanzar granadas, que tienen un límite alcance y precisión, o pedir fuego de artillería o ataques aéreos. Sin embargo, las dos opciones cubren gran superficie, y por eso tienen un mayor riesgo de matar a civiles, especialmente en las zonas urbanas. Además son caros. «Usted podría disparar un misil Javelin, y le costaría 70.000 dólares. De esta manera, terminarán costando $ 25 cada vez. Son relativamente baratas», dice Tamilio.
Pike dice que este es un ejemplo de municiones «inteligentes», posibles ahora gracias a los avances en microchips.
Aunque inicialmente las fusiles utilizarán explosivos potentes, es posible su uso posterior con versiones de cargas explosivas más pequeñas, para aturdir en lugar de matar.
El ejército de EE.UU. planea ensayar pronto sobre el terreno los prototipos de fusil, posiblemente en Irak o Afganistán, y espera comenzar a utilizarlo en el 2012.
Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti
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