Jóvenes con una determinada versión del gen MAOA o «gen del guerrero» son más propensos a unirse a bandas, están entre los miembros más violentos y suelen usar armas
Un estudio de la Universidad del Estado de Florida dirigido por Kevin M. Beaver confirma la relación entre un alelo del gen MAOA (Monoamine oxidase A) o «gen del guerrero», las bandas juveniles violentas y el uso de armas. Al parecer sólo afecta a los varones y las muchachas que portan esta versión del gen parecen ser resistentes a sus potenciales efectos violentos. Este estudio arroja luz sobre la interacción entre genética y ambiente que provoca algunos de los problemas violentos más importantes de la sociedad.
Según Beaver, aunque típicamente se considera el fenómeno de las bandas violentas un fenómeno sociológico, su investigación muestra que una variante o aleo del gen MAOA (’low-activity 3-repeat allele’) juega un papel significativo. En estudios previos se encontró una relación entre las variantes de este gen y cierta gama de comportamientos antisociales o violentos, pero este estudio confirma que este alelo puede predecir la composición de las bandas violentas. Lo que es más, este grupo ha encontrado que las distintas variantes de este gen permiten distinguir entre los distintos miembros de una banda violenta quiénes son más violentos y usan armas entre aquellos otros que son menos propensos.
El gen MAOA afecta a neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, que están relacionados con el estado de ánimo y el comportamiento, y aquellas variantes relacionadas con la tendencia heredada a la violencia. Algunos estudios previos encontraron que el «gen del guerrero» es más frecuente en culturas guerreras caracterizadas por la agresión.
Según Beaver lo característico acerca del gen MAOA es que está localizado en el cromosoma X y como resultado de esto los varones, que tiene un cromosoma X y otro Y, poseen sólo una copia de este gen, mientras que las mujeres tienen dos copias. Por tanto, si un varón tiene una versión de este gen que predispone a la violencia no tiene otra copia que lo contrarreste. Las mujeres, sin embargo, al tener dos copias pueden compensar esa tendencia. Esta es la razón por la que este tipo de comportamientos ligados al gen MAOA ha sido encontrado principalmente en varones y por qué los estudios se centran en ellos.
Aunque Beaver no lo menciona cabría la posibilidad de que una mujer portara dos copias «violentas» de este gen, pero al parecer esta situación no ha sido estudiada de momento.
Para el estudio se analizó el estilo de vida de 2500 personas que participaron en el Estudio Nacional Longitudinal sobre la Salud de los Adolescentes llevado a cabo en los EEUU. Beaver y sus colaboradores de la Universidad del Estado de Florida, de la Universidad del Estado de Iowa y de la Universidad de Saint Louis han relatado sus hallazgos en un artículo aparecido en la revista Comprehensive Psychiatry.
Este tipo de resultados, en todo caso, nos deben hacer reflexionar sobre el condicionamiento genético y sobre su efecto en la libertad del ser humano.
Fuente: Neofronteras. Aportado por Eduardo J. Carletti
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