Han identificado un nuevo brazo ubicado más allá del primer cuadrante galáctico, en el Brazo Exterior, que sería la continuación del Brazo de Escudo-Centauro
Podemos ver fantásticas fotografías de galaxias espirales, algunas muy similares a la nuestra, como la vecina Andrómeda, pero tener la misma vista de la galaxia que nos cobija es un poco más difícil. Tal como si quisiéramos saber nuestro aspecto sin la ayuda de un espejo, los astrónomos intentan describir la Vía Láctea sin poder verla desde afuera.
Aún con estas dificultades, parece que unos astrónomos del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian han descubierto una nueva estructura, ubicada a 70.000 años luz (21 kpc) de distancia del Sol. Thomas Dame y Patrick Thaddeus dan cuenta de su hallazgo en un trabajo a publicarse en ApJ Letters.
Los investigadores pueden crear mapas de las estructuras más alejadas de la galaxia usando radiotelescopios que identifican las firmas espectrales de átomos o moléculas específicas. Lo que hicieron los astrofísicos de CfA fue rastrear el conocido brazo de Escudo-Centauro, que debería extenderse hacia el lado más lejano de la galaxia. Aparecía algo en los sondeos telescópicos que barrieron la galaxia en busca de la emisión de microondas de los átomos de hidrógeno. Pero con tanto hidrógeno, se hacía difícil identificar estructuras.
De modo que este par de investigadores buscó monóxido de carbono, que parece ser, también, un rastreador confiable de la clase de nubes de gas molecular que forman las estrellas. Encontrar nubes a lo largo de ese supuesto brazo verificaría que lo que se ha detectado hasta ahora es una pieza genuina de la estructura de la galaxia. Y lo que se descubrió es nubes moleculares a lo largo del brazo, una de las cuales fue mapeada en detalle. Se trata de una nube de 300 años luz de diámetro (47 pc), con una masa de 50.000 soles. La localización del brazo concuerda con la prolongación del Brazo principal, del otro lado del centro galáctico.
Tiene sentido que el Brazo de Escudo-Centauro (o Cruz-Centauro) tenga una continuación hacia donde se encuentra esta nueva estructura. Semejante extensión preservaría la simetría general de la galaxia. El Brazo de Perseo, una suerte de imagen espejada del Brazo de Escudo-Centauro, se arquea alrededor de la galaxia del mismo modo que el brazo de Escudo-Centauro hacía en el sentido opuesto.
Así que el hallazgo no es inesperado, ya que se suponía que tenía que estar allí. Pero ver es creer.
Fuente: Blog de Astronomía. Aportado por Eduardo J. Carletti
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