Nuevas pruebas de que un vasto océano puede haber cubierto un tercio de Marte

Un nuevo estudio sugiere que las grandes rocas en las llanuras del norte de Marte fueron llevadas a su ubicación por medio de deslizamientos de tierra submarinos masivos, lo que fortalece la evidencia de un antiguo océano marciano

¿Un vasto océano cubrió las llanuras del norte de Marte?

La idea ha sido objeto de acalorados debates entre los científicos de los últimos 20 años, desde que las imágenes de la nave orbital Viking revelaron posibles líneas costeras antiguas cerca del polo. Incluso, hallazgos posteriores sugirieron que el océano primordial —al que se le llamó Oceanus Borealis— podría haber cubierto un tercio del planeta.

Pero incluso habiéndose presentado evidencias de manera constante, lo cual fomenta nuestras esperanzas de encontrar signos de vida pasada en el planeta rojo, la cuestión de un antiguo océano marciano sigue sin resolverse.

Un nuevo estudio realizado por Lorena Moscardelli, geóloga de la Universidad de Texas en Austin, propone ahora otra línea de evidencia.

Hoy en día, grandes campos de rocas del tamaño de peñascos cubren partes de las llanuras del norte de Marte. Al señalar características geológicas análogas de la Tierra, Moscardelli sugiere que las rocas fueron llevadas a sus ubicaciones actuales por deslizamientos de tierra submarinos catastróficos… reforzando la evidencia de un antiguo océano marciano.

Las rocas fueron vistas por la cámara HiRISE del Orbitador de Reconocimiento de Marte hace un tiempo. Moscardelli no ofrece datos de su presencia como algo nuevo, sino una nueva interpretación de los procesos detrás de su origen. El artículo fue publicado este mes en la revista de la Geological Society of America.

Análogos terrestres

En el pasado, los geocientíficos pensaron en los sedimentos oceánicos como en su mayor parte de grano fino, flotando en las columnas de agua y cayendo como una lenta «lluvia» en el fondo del mar, explica Moscardelli. Pero ahora sabemos que no es el único escenario posible.

«Sabemos que los» deslizamientos de tierra submarinos «pueden transportar grandes rocas —a veces tan grandes como una casa— a lo largo de cientos de kilómetros en las aguas profundas de los océanos de la Tierra», dice. «Imagina un enorme deslizamiento de tierra que afecta a todo el estado de Texas, pero ocurre en el océano.»

En su nuevo estudio, Moscardelli documenta varios sitios donde se han producido estos acontecimientos en la Tierra, como el Jackfork Grupo de Pensilvania, en el centro-sur de Arkansas, los afloramientos de la Formación Guandacol en la Cuenca Pangazo, Argentina, o en la Cuenca de Santos, costa afuera de Brasil.

Incluso se demuestra que estos eventos bajo el agua pueden afectar a grandes áreas, como con un deslizamiento de tierras que cubrió miles de kilómetros cuadrados en el Mar de Barents, al norte de Rusia, hace aproximadamente un millón de años.

Algunos científicos han sugerido que las rocas de la llanura del norte de Marte podrían ser producto de los impactos de meteoritos. Pero para Moscardelli, esa no es una teoría apropiada.

«Es posible que algunas de las rocas, sobre todo las que se encuentran cerca de los cráteres», dice ella. «Pero ¿cómo se explica campos de peñascos que pueden cubrir miles de kilómetros cuadrados sin cráteres de impacto alrededor? La hipótesis submarina ofrece una alternativa viable.»

El caso de un océano marciano

En la década de 1980, las imágenes de la nave espacial Viking revelaron dos posibles líneas costeras antiguas cercanas al polo, al igual que las que se encuentran en las regiones costeras de la Tierra. Pero nuevas observaciones mostraron las costas variaban en elevación, ondulando como una ola, y poniendo así muy en duda la hipótesis del océano de Marte. Sin embargo, estudios posteriores mostraron que, finalmente, la deformación podría explicarse simplemente por el movimiento del eje de rotación de Marte.

Lo que es más, las llanuras del norte de Marte —también llamadas las tierras bajas del norte— están a una elevación menor que el hemisferio sur, al igual que las cuencas oceánicas que se encuentran en la Tierra.

Además de los cantos rodados de las llanuras del norte, Moscardelli había documentado anteriormente otras características geológicas que pueden formarse bajo el agua en la Tierra, incluyendo islas en forma de lágrima y áreas de forma poligonal.

«Hay muchas hipótesis por ahí, y todavía tenemos que aprender mucho antes de que podamos estar seguros de cuál es la adecuada, o no», dice. «Tengo una opinión informada sobre la base de mis observaciones técnicas, pero soy prudente y humilde al respecto, ¡porque puedo estar equivocada! Dicho esto, creo que mi caso es muy fuerte.»

Algunas de las pruebas sobre los análogos terrestres vinieron de los estudios sísmicos 3-D, una herramienta tradicionalmente utilizada por la industria del petróleo y el gas. Así que ella espera que su enfoque fomentará una mayor investigación interdisciplinaria.

«Es increíble ver cuán poco interactúa la ciencia planetaria y la comunidad de geociencias marinas», dijo. «En todo caso, espero que mis contribuciones pueden ayudar a mejorar ese tipo de polinización cruzada y la cooperación.»

Fuente: Astrobiology Magazine. Aportado por Eduardo J. Carletti

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