Una nueva imagen en infrarrojo captada por el telescopio de rastreo VISTA de ESO, revela un extraordinario paisaje de brillantes filamentos de gas, nubes oscuras y estrellas jóvenes en la constelación de Monoceros (el Unicornio)
Esta zona de formación estelar, conocida como Monoceros R2, está inserta dentro de una enorme nube oscura. Al observar la zona en luz visible,aparece casi completamente oscurecida por polvo interestelar, pero se torna espectacular en infrarrojo.
Una activa maternidad estelar se encuentra escondida dentro de una masiva nube oscura, rica en moléculas y polvo, en la constelación de Monoceros. Si bien en el cielo parece cercana a la conocida Nebulosa de Orión, realmente está a más del doble de distancia de la Tierra, a unos 2.700 años-luz. Un grupo de estrellas masivas y calientes crea una bella colección de nebulosas de reflexión donde la luz azulada de las estrellas se dispersa en algunas partes de la oscura y neblinosa superficie de la nube molecular. Sin embargo, la mayoría de las estrellas masivas recién nacidas se mantienen ocultas pues el grueso polvo interestelar absorbe fuertemente su luz ultravioleta y visible.
En esta magnífica imagen infrarroja captada desde el Observatorio Paranal de ESO en el norte de Chile, el telescopio VISTA [1] (sigla en inglés del Visible and Infrared Survey Telescope for Astronomy, ver Comunicado de Prensa de ESO) penetra la oscura cortina de polvo cósmico y revela con gran detalle los pliegues, curvas y filamentos esculpidos en la materia de polvo interestelar por los intensos vientos de partículas y la radiación emitida por estrellas jóvenes y calientes.
“Cuando vi esta imagen por primera vez dije de inmediato ‘Wow’, estaba impresionado de ver las estelas de polvo tan claramente alrededor del cúmulo de Monoceros R2, así como los chorros provenientes de jóvenes objetos estelares muy incrustados. Hay una gran riqueza de detalles apasionantes revelados en estas imágenes de VISTA”, señala Jim Emerson, de Queen Mary, University of London y líder del consorcio VISTA.
Con su enorme campo de visión, su gran espejo y su cámara de gran sensibilidad, VISTA es ideal para obtener imágenes infrarrojas profundas y de gran calidad de amplias áreas del cielo, tal como la zona de Monoceros R2. El campo de visión de VISTA es equivalente a unos 80 años-luz de extensión. Puesto que el polvo es en su mayoría transparente en longitudes de onda infrarroja, aparecen muchas estrellas jóvenes que no pueden ser observadas en imágenes en luz visible. Las estrellas más masivas tienen menos de diez millones de años.
La nueva imagen fue creada a partir de exposiciones tomadas en tres partes diferentes del espectro infrarrojo cercano. En las nubes moleculares como Monoceros R2, las bajas temperaturas y densidades relativamente altas permiten que se formen muchas moléculas, como el hidrógeno, que emite fuertemente en infrarrojo cercano. Las numerosas estructuras rosadas y rojas que aparecen en la imagen de VISTA son probablemente los resplandores de hidrógeno molecular que fluyen desde las estrellas jóvenes.
Monoceros R2 posee un núcleo denso, de no más de dos años-luz de extensión, repleto de estrellas jóvenes muy masivas, así como de un cúmulo de fuentes infrarrojas brillantes, que normalmente son estrellas masivas recién nacidas aún rodeadas de discos de polvo. Esta zona se ubica en el centro de la imagen, donde un acercamiento revela una concentración mucho más alta de estrellas y donde las llamativas formas rojizas indican emisión de hidrógeno molecular.
La estructura blanca con forma de frijol que se encuentra abajo del centro de la imagen es NGC 2170, la nebulosa de reflexión más brillante en la zona. En luz visible, la nebulosa aparece como una isla celeste y brillante en un océano oscuro, mientras que en infrarrojo se revelan en su interior fábricas frenéticas donde cientos de estrellas masivas están naciendo. NGC 2170 es apenas visible a través de un telescopio pequeño y fue descubierto por William Herschel desde Inglaterra en 1784.
Las estrellas se forman en un proceso que normalmente tarda unos pocos millones de años y que ocurre dentro de grandes nubes de gas y polvo interestelar, en cientos de años-luz de extensión. Debido a que el polvo interestelar es opaco en luz visible, las observaciones en infrarrojo y radio son cruciales para la comprensión de las etapas más tempranas de la evolución estelar. Mapeando sistemáticamente el cielo austral, VISTA reunirá unos 300 gigabytes por noche, lo que proporcionará una enorme cantidad de información de regiones que podrán estudiadas en mayor detalle por el Very Large Telescope (VLT), el Gran Conjunto Millimétrico-submilimétrico de Atacama (ALMA) y, en el futuro, por el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT).
Notas
[1] VISTA, con su espejo primario de 4,1 metros, es el mayor telescopio de rastreo en el mundo y está equipado con la cámara infrarroja más grande que exista en ningún telescopio, con 67 millones de pixeles. Está dedicado a rastrear los cielos desde comienzos de 2010. Ubicado en una cima cerca de Cerro Paranal, hogar del VLT de ESO en el norte de Chile, VISTA comparte las mismas condiciones de observación excepcionales. Debido a la notable calidad del cielo en esta área del Desierto de Atacama -uno de los lugares más secos de la Tierra-, Cerro Armazones, a sólo 20 km de distancia de Cerro Paranal, ha sido seleccionado recientemente como el sitio para el futuro E-ELT.
Información adicional
ESO, el Observatorio Europeo Austral, es la principal organización astronómica intergubernamental en Europa y el observatorio astronómico más productivo del mundo. Es apoyado por 14 países: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Portugal, el Reino Unido, República Checa, Suecia y Suiza. ESO desarrolla un ambicioso programa enfocado en el diseño, construcción y operación de poderosas instalaciones de observación terrestres que permiten a los astrónomos hacer importantes descubrimientos científicos. ESO también cumple un rol principal en promover y organizar la cooperación en investigación astronómica. ESO opera tres sitios únicos de observación de clase mundial en Chile: La Silla, Paranal y Chajnantor. En Paranal, ESO opera el Very Large Telescope, el observatorio óptico más avanzado del mundo. ESO es el socio europeo de un revolucionario telescopio, ALMA, el proyecto astronómico más grande en desarrollo. ESO está actualmente planificando un European Extremely Large Telescope, el E-ELT, telescopio óptico y de infrarrojo cercano de 42 metros de diámetro, que llegará a ser “el ojo más grande del mundo en el cielo”.
Fuente: ESO. Aportado por Eduardo J. Carletti
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