XANADÚ, Episodio 5: De Perlas y Monstruos

Andrea Pastor

La poesía corre siempre el riesgo de cometer incesto con la magia y la religión. Cuando la transgresión se consuma, se convierte entonces en una poesía esotérica, un rito de iniciación en el cual las palabras son a la vez velo y vestíbulo de una verdad que está más allá, en otra parte que no conocen las palabras. El acto de crear, el momento mismo de la creación es, en estos casos, la experiencia más cercana a la mística, que es, por definición, no verbal.

Ilustró: Constanza

Puede argumentarse que una poesía que solicita el conocimiento de claves ocultas o de guiños cultivados es hermética. Para que la ostra vuelva a abrirse y permita la esperanza de una perla es necesario, entonces, creer. Creer en la experiencia literaria. ¿Qué quiere decir, en este caso, creer? Sospecho, con temor y dudas, que cuando las palabras no nos remiten a un código familiar y domesticado debemos leer en ellas los nombres de un planeta desconocido, nombres para llamar a seres animales y vegetales surgidos tal vez del silicio y no del carbono, piedras desmesuradamente pequeñas para imaginar su peso atroz, rocas ásperas a la vista y dulcemente verdes al tacto, colores que el arco iris ha olvidado.

La alegoría, la metáfora, la utopía y las imágenes expresivas; hacen de la poesía un caldo de cultivo apto para los géneros más al borde (terror, ciencia ficción, literatura fantástica en todas sus formas).

Es mi intención mostrar cómo ciertas escrituras abrieron campos, presentar joyas e inaugurar visiones.

O sea; las primeras, las clásicas, las más osadas y las nuevas. Entre modos distintos de expresarse mediante las palabras; puentes colgantes tendidos sobre lo incierto.

¿Por qué hoy me extiendo en mis prolegómenos y siembro de indicaciones estos rumbos? Pues es que mis invitados no se consideran usualmente escritores del género, y ni siquiera poetas. Pero hay más poesía y horror, valiente horror del ojo clavado en lo fantástico —sublime presa— como pocas veces he conocido.

Arriésguense pues conmigo, por los caminos de Xanadú.

Los dejo en buena compañía...

Desde altas montañas (Epodo)

¡Oh mediodía de la vida! ¡Tiempo solemne!
¡Oh jardín del verano!
Inquieta felicidad de estar de pie y atisbar y aguardar: | A los amigos espero impaciente, preparado día y noche,
¿Dónde permanecéis, amigos? ¡Venid! ¡Ya es tiempo! ¡Ya es tiempo!

¿No ha sido por vosotros por quienes el gris del glaciar
Se ha adornado hoy de rosas?
A vosotros os busca el arroyo, y hoy el viento y la nube
Anhelantes se elevan, se empujan hacia el azul,
Para atisbaros a vista lejanísima de pájaro.

En lo más alto estaba preparada mi mesa para vosotros : | ¿Quién habita tan cerca
De las estrellas, quién tan cerca de las pardísimas lejanías del abismo?
Mi reino - ¿qué reino se ha extendido más que él?
Y mi miel - ¿quién la ha saboreado?
¡Ahí estáis ya, amigos! -Ay, ¿es que no es a mí
A quien queríais llegar?
Titubeáis, os quedáis sorprendidos - ¡ay, preferible sería que sintiéraias rencor!
¿Es que yo - ya no soy yo? ¿Es que están cambiados mi mano, mi paso, mi rostro?
¿Es que lo que yo soy, eso, para vosotros, -no lo soy?

¿Es que me he vuelto otro? ¿Y extraño a mí mismo?
¿Es que me he evadido de mí mismo?
¿Es que soy un luchador que se ha domeñado demasiadas veces a sí mismo?
¿Que demasiadas veces ha contendido con su propia fuerza,
Herido y estorbado por su propia victoria?

¿Es que yo he buscado allí donde más cortante sopla el viento?
¿Es que he aprendido a habitar
Donde nadie habita, en desiertas zonas de osos polares,
Y he olvidado al hombre y Dios, la maldición y la plegaria?
¿Es que me he convertido en un fantasma que camina sobre glaciares?

-¡Vosotros, viejos amigos! ¡Mirad! ¡Pero os habéis quedado pálidos,
Llenos de amor y de horror!
¡No, marchaos! ¡No os enojéis! ¡Aquí - vosotros no podríais tener vuestra casa!:
Aquí, en el lejanísimo reino del hielo y de las rocas, | Aquí es necesario ser cazador e igual que las gamuzas.

¡En un perverso cazador me he convertido! - ¡Ved cuan tirante
Se tensa mi arco!
El más fuerte de todos fue quien logró tal tirantez - -:
¡Pero, ay, ahora! Peligrosa es la flecha
Como ninguna otra, - fuera de aquí! ¡Por vuestro bien!...
¿Os dáis la vuelta? - Oh, corazón, has soportado bastante,
Fuerte permaneció tu esperanza:

¡Mantén abierta tu puerta para nuevos amigos!
¡Deja a los viejos! ¡Abandona el recuerdo!
Si en otro tiempo fuiste joven, ahora - ¡eres joven de un modo mejor!

Lo que en otro tiempo nos ligó, el lazo de una misma esperanza, | ¿Quién continúa leyendo los signos
Que un día el amor grabó, los pálidos signos?
Yo te comparo al pergamino, que la mano
Tiene miedo de agarrar, - como él ennegrecido, tostado.

¡Ya no son amigos, son -¿qué nombre darles?| Sólo fantasmas de amigos!
Sin duda ellos continúan golpeando, por la noche, en mi corazón y en mi ventana,

Me miran y dicen: «¿es que no hemos sido amigos?»
-¡Oh palabra marchita, que en otro tiempo olió a rosas!

Oh, anhelo de juventud, que se malentendió a sí mismo!
Aquellos a quienes yo anhelaba,
A los que yo imaginaba afines a mí, cambiados como yo,
El hecho de hacerse viejos los ha alejado de mí:
Sólo quien se transforma permanece emparentado conmigo.

¡Oh mediodía de la vida! ¡Segunda juventud!
¡Oh jardin de verano!
¡Inquieta felicidad de estar de pie y atisbar y aguardar!
A los amigos espero impaciente, preparado día y noche,
!A los nuevos amigos! ¡Venid! ¡Ya es tiempo! ¡Ya es tiempo!

* * *

Esta canción ha terminado, - el dulce grito del anhelo
Ha expirado en la boca:
Un mago la hizo, el amigo a la hora justa,
El amigo de mediodía —¡no!, no preguntéis quién es—
Fue hacia el mediodía cuando uno se convirtió en dos...

Ahora nosotros, seguros de una victoria conjunta, celebramos
La fiesta de las fiestas:
¡El amigo Zaratustra ha llegado, el huésped de los huéspedes!
Ahora el mundo ríe, el telón gris se ha rasgado,
El momento de las bodas entre luz y tinieblas ha venido...
Friedrich NIETZSCHE, 1886,
Más Allá del Bien y del Mal;
traducción de Andrés Sanchez Pascual

Ilustró: Caco

¡Oh Hombre, presta atención! ¿No es cierto que algo se remueve en el fondo, ahí donde le dejamos un lugarcito a esa superstición llamada "alma"?

Pues este huésped tiene en común con el aludido en nuestra galería de exquisitos monstruos (o sección "derecho de réplica") la traición cometida por su propia sangre. Ya veremos...

La Pieza

Si existiera alguna razón
para seguir fingiendo,
sería algo al menos
en que distraer la mente.
Aturdimiento garantizado
sostenerse sobre la nada
vaciarse la mirada
y seguir adelante.
Pero ya no me quedan fuerzas
para levantar un mundo
y mentir es absurdo
cuando no haya nadie para escuchar.

No hay sentido
no hay motivo.
¿O acaso hubiera alguien aún?
¿Hay alguien ahí?
¿Queda alguien ahí?

Andrea PASTOR, 1999

Ilustró: Caco

Ilustró: Matías

Hablo de Kafka. Sus noches de asomarse a la pez del alma hasta derramarse en el papel, y luego reunir a sus criaturas malditas bajo llave. Todo ardería con él, mas no se hizo su voluntad. Fue desenterrado, desempolvado, y publicado.

Legado de frío y horror. No son sus fantasmas los del escalofrío, sino los nuestros. La cotidianeidad diurna preñada de oscuridad, que ya vio la luz y fue El Castillo, El Proceso... La Metamorfosis (claro).

Bacará

Soy un bello monstruo
que comparte sus secretos con el viento
Lo que más me gusta de los demás
soy yo.

Soy un bello monstruo;
tengo como cabestrillo el pecado de la virtud.
Mi polen mancha las rosas
desde Nueva York hasta París.

Soy un bello monstruo
cuyo rostro esconde la cara.
Mis sentidos sólo tienen una idea:
¡un marco sin cuadro!

Soy un bello monstruo
cuya cama es un velódromo:
tarjetas postales transparentes
pueblan mis sueños.

Soy un bello monstruo
que se acuesta consigo mismo.
Sólo quedan siete en el mundo
y yo quiero ser el más grande.

Francis PICABIA

Hay un modo único, engendrador, de experimentar toda poesía, gota que oigo caer, veo caer, digo caer. Se trata de luchar duramente con su lenguaje. Si al cabo del combate uno no puede narrarlo con otras palabras y otros gestos, si sentimos que ya no somos el mismo de antes, que algo ha cambiado en nosotros (no importa si creencias, sentimientos o actitudes) entonces quiere decir que la poesía ha tenido lugar, que ocupa ya su lugar dentro de nuestra mente y de nuestro cuerpo.

La ostra se ha abierto. Dentro de nosotros brilla una perla.

—(Mario Trejo, fragmento de "El Combate Verbal - una fábula")

Ilustró: Caco