|
Aplicando la tecnología disponible, además de
matar a la gente como si fueran insectos se pueden hacer muchas cosas
imaginativas, algunas útiles, otras que no son más que chiches
tecnológicos para darse el gusto y otras verdaderamente alucinantes. Los invito a ver algunos ejemplos.
¿No tiene miedo de que se le pierda la identidad? No, no me refiero
Tarjeta portable para guardar su ADN
|
|
al documento o pasaporte, sino a la verdadera "huella" identificatoria
que cada uno de nosotros posee: el ADN. Deje de pensar en tonterías,
como eso de si tendrá para comer hoy o dónde puede esconderse
para salvarse de las bombas... Haga algo importante. Ahora
se puede mantener resguardada y a salvo su información genética
por un precio muy razonable.
Bueno, por ahí necesita mantener funcionando su radio a transistores
Mini batería atómica
|
|
para saber quién acaba de cortar la luz de su barrio y por qué de
golpe está todo lleno de humo. ¿El quiosco de su barrio desapareció debajo de una
montaña de escombros? No se preocupe... Si tiene esta batería atómica
podrá alimentar esa radiecita hasta que se muera de viejo... Bueno,
esto último no se lo garantiza ni el fabricante, ni el gobierno ni las
Naciones Unidas.
¿La última noche hubo fuegos artificiales y le
Máquina caminadora del bosque
|
|
dejaron la vereda intransitable? Si es así, le vendría bien esta
máquinita, que funciona mejor que un Citröen para esos casos. Tiene
la ventaja, además, de ser muy útil para conseguir leña cuando llega
el invierno y hay que calentarse sin suministro de gas, electricidad
o derivados del petróleo. Bueno, eso sí, manténgale el tanque lleno...
Anteojos de cyborg
|
|
¿De tantas corridas que tiene la vida moderna se perdió varios
capítulos de los Simpson y South Park? Estos anteojos le permitirán
ver la TV dondequiera que usted esté. Bueno, a menos que le caiga cerca
una bomba de pulso electromagnética. En ese caso no se garantiza una
buena imagen...
Algunos de los objetos que siguen (y uno anterior) aparecieron
anunciados en nuestra sección de Noticias, pero los recopilo aquí,
porque algún lector se los puede haber saltado.
Traductor de ladridos caninos
|
|
Como están las cosas en el mundo, cuando ladre su perro usted no
tendrá forma de saber si le ha caído un marine en el jardín o si
la perrita del vecino lo está excitando. La mejor manera
es aprovechar este maravilloso aparatito japonés que, con el
debido entrenamiento, le permitirá saber si ese muchacho de la
ametralladora es de los buenos o de los malos.
Si seguimos así en el mundo van a escasear las
Pantallas en la ropa
|
|
banderas blancas. En ese caso, no se deje vencer por el desaliento:
siempre queda un último recurso. Una buena camisa de éstas nos
permitirá proyectar en vivo la bandera de los atacantes con un
texto explicativo que los puede ablandar, y así conseguir que no
nos maten. Otra posibilidad es poner una película de Marilyn Monroe
(no se confunda y ponga un clip de Marilyn Manson), del vaquero
John Wayne o de un informativo de la CNN. Eso sí, no se le ocurra
poner la parte en la que queman banderas rojas, azules y blancas.
Tenedores y utensilios inteligentes
|
|
Y si la comida que le llega a las manos se ve
medio rara, nada mejor que un tenedor inteligente para que pruebe
primero si esa cosa se puede comer. ¡Siéntase como un rey, aunque
sea una rata! Tenga como comprobar ese paquete de raciones que
le dan esos amistosos invasores.
¿Se muere de sed en esas escapadas al desierto? Le pasó por ser
Tenedores y utensilios inteligentes
|
|
poco previsor, porque usted podría haberse comprado uno de estos
vasos inteligentes y él mismo se hubiese ocupado de llamar el mozo
por radio. Con una
tecnología así, un grupo de hombres —y aún mejor si hay mujeres—
ocultos en el desierto pueden pasarla muy bien. Total, si lo agarran
mareadito siempre le queda la posibilidad de entregarse. Gratis con
el vaso, tarjeta de instrucciones a color y manual en inglés de
los diversos modos de rendición que son aceptados.
En esta época de inseguridad, la tecnología salva
al mundo... No, no se rían, no es un chiste. La cosa está fea y
cualquier elemento que
nos salve de correr riesgos y/o ataques a nuestra integridad será
bienvenido. ¿No querría tener todos esos aparatos tan impresionantes
que te aseguran una impunidad casi mágica? Algunos se pueden
conseguir...
El reloj pulsera de Jaime Olsen
|
|
¡Llamemos a Superman! ¡Llamemos a Superman!
¡Llamemos a Superman! Casi no me quedan dudas de que debe haber momentos
en que esto pasará por la mente de más de uno en diversos lugares de
este sacudido mundo. Un relojito como el de Jaime vendría
muy bien. No por la hora, sino para que venga el muchachote.
¡Encima además de poderoso es bueno! ¡De ésos sí que ya no quedan!
¿Por qué no mandar un robot? Si ahora los
Robot espía controlable por teléfono
|
|
falderos mecánicos hacen de todo.
En los últimos tiempos se pueden comprar robots para cualquier
cosa. Uno con pinta de arbusto no estaría mal para espiar a los
vecinos, no vaya a ser que estén tramando algo en contra de
nosotros. No se olvide que el mundo está lleno de gente que
no quiere que uno les haga ver el estilo de vida que deberían
llevar. ¡Espíelos, sépalo y muéstreselo de prepo!
Un juguetito que le encantará tener para descubrir
Detector de mentiras
|
|
quién le miente. Sepa si su mujer le dice la verdad. Entérese
si es verdad que el árbitro no vio el penal. Conozca la verdadera
cara de su cuñada. Protéjase de su suegra, vecina o "amiga".
Sepa si su jefe dice la verdad cuando llora por lo mal que va
la empresa. Sepa si los helicópteros se caen por accidentes o
los voltearon... Eso sí, cuidado cuando los políticos hacen
campaña. Algunos aparatos sobrepasan el nivel de energía que
pueden manejar y se incendian.
¿Después de la última sesión de cohetería le
Cuerpo robot para asistir a clase
|
|
dejaron al nene hecho un estropajo? ¿O está intacto pero tiene
miedo que le pase algo? No descuide su educación. Los países que
más han progresado en el mundo jamás descuidan la educación de
sus hijos. Ahora que los bajan como si nada, su niño podría ser
el próximo presidente. Que no pierda su oportunidad, faltando a
clases por pavadas. Mande al robot y que su hijito se quede en
casa. Después del tercer día las maestras se recuperan y vuelven
a hablar. Se ha comprobado que los niños que asisten a clases de
este modo hasta aprenden mejor que estando en cuerpo presente.
Eso sí, los otros chicos se distraen observando el robot y no
les entra ni una jota...
Un invento extra práctico que, sin embargo, ha
La capucha anti-Saddam
|
|
bajado mucho de precio. Aproveche la situación. Compre antes de que
encuentren los depósitos masivos de armas químicas. O que no los
encuentren y se empiece a decir que se los llevaron para el país
de al lado... Sirve también si su marido come mucho y le gustan
las cosas fuertes. En los transportes públicos lo mirarán raro,
pero se salvará de algunos perfumes que no tienen nada que
envidiarle a los de los peores arsenales.
Ante la maldad que crece en el mundo, quizás no
alcance con la defensa pasiva. Mientras espera a que el gobierno se
decida a repartir armamentos, como se ha impuesto en el mundo
civilizado, tal vez vendría muy bien gastar unos dolarcitos y armarse
con algún elemento poderoso y de impresionante tecnología de
avanzada... Está de moda en las mayores ciudades del planeta.
Ingrese al primer mundo.
Lanzallamas personal
|
Devastador sónico para defensa
|
Pistola de iones
|
Pistola láser rubí
|
Sable de plasma
|
Y se ofertan más cosas tecnológicas y llenas de
elementos científicos de avanzada, tan impresionantes que si
de verdad sirvieran... (Como dicen los muchachos de uniforme:
"No Comment")...
Reactor de hidrógeno
|
El Neurófono de Flanagan
|
Nave anti gravitatoria
|
Máquina de los deseos
|
Casco psiónico
|
Resonador hiper dimensional
|
Detector de OVNIs
|
Todos los productos que no tienen indicado el proveedor o
fabricante son ofrecidos por
Future Horizons
(En este lugar encontrará más cosas interesantes para
comprar, como por ejemplo máquinas del tiempo, portales interdimensionales, generadores
de energía gratis, platos voladores, equipos para entrar en
viajes astrales, etc.)
Teniendo en consideración y muy presente el sufrimiento que está pasando
en este momento mucha gente, sus familias, sus compatriotas, y la muerte que se está
repartiendo a cada instante, antes de que alguien crea que me río de la realidad quiero
decir que escribí este texto satirizando la tecnología como una especie de expurgación
—me salió de adentro, y creo que es bueno que canalicemos nuestra furia de la
manera más constructiva posible en lugar de dejarnos llevar por más actos de violencia,
aunque el sentimiento nos nazca—. Pretende ser una compensación por la admiración
que he mostrado siempre, en esta sección, en otras y en diversos actos de mi vida,
por el increíble desarrollo que ha alcanzado la ciencia y la tecnología. Me toca
ver, en estos días que preferiríamos no haber conocido, que la tecnología aplicada para
fortalecer la maldad, el egoísmo, la insensibilidad y la prepotencia es un monstruo peor
que cualquier otro horror que hayamos visto en el último siglo de vida de la raza humana.
Que la tecnología en sí puede ser buena, pero los humanos tenemos ese lado oscuro y primitivo
que no hemos podido eliminar, y que aquellas personas que se benefician día a día con esa
tecnología mientras nosotros miramos con la nariz pegada a la vidriera, en lugar de volverse
mejores y ayudar con su poderío a mejorar el mundo nos horrorizan y nos llenan de miedo
mostrando que semejante poder está en manos
una banda de monos, comandados por un loco, apoyado por cobardes que sacan cuentas ante
cámara de cuáles serán los gastos y cuántos los beneficios, mientras desvían las cámaras
de la sangre, la muerte y la destrucción. Sólo desearía una cosa: que por alguna causa
mágica esa gente —como la que salió corriendo a comprar acciones en Wall Street,
previendo los beneficios que les traerá la guerra—
vea cada día, en cada momento, por el resto de sus vidas o hasta que se arrepientan con
sinceridad, sus manos manchadas de sangre. Porque son ellos los que la están derramando.
Eduardo J. Carletti, 23 de marzo de 2003
(Ampliado y adaptado por Eduardo J. Carletti de informacón recopilada en Internet.)
|
