Células de cerebro
en Atlanta dibujan esta imagen en Nueva York. © MEART |
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La búsqueda de expresiones artísticas nuevas, conectadas íntimamente con
la ciencia, la tecnología y los cambios que éstas producen en la cultura, parece no tener límites. En un Zapping anterior mostré un informe sobre el arte que se hace sobre cuerpos humanos y de animales y sobre cadáveres y partes de ellos. Día a día, los artistas empujan las fronteras más allá. Hace tiempo que surgió un "arte hecho en computadora". Nosotros (Axxón) tuvimos la suerte de contar en nuestro equipo a un artista absolutamente pionero en el tema, Rodolfo Contin. Presentamos exposiciones en varios lugares, los más importantes fueron el Centro Cultural San Martín y el Salón del Touring Club, ubicado arriba del café Tortoni. Luego de eso, hubo cantidad de exposiciones similares en las que se exhibió un arte que se produce, más que nada, con el uso de algoritmos matemáticos, aunque no han faltado las obras de artistas que plasman sus obras con diversos programas de computadora. También se han extendido las muestras de robótica, con las más alucinadas expresiones: lucha de robots, competencias deportivas, campeonatos mundiales y otras formas de atraer al público. Le tocaba el turno a una disciplina que está produciendo todo tipo de resultados, desde los más positivos y esperanzadores a un vislumbre de las más estremecedoras pesadillas jamás soñadas por Hollywood. Me refiero a la biotecnología. No podía pasar mucho tiempo antes de que se unieran estos elementos.
En primer lugar, quiero hacerles saber que existe una exposición que se llama ArtBots (ArtBots: The Robot Talent Show) en la que se presentan robots que "hacen" arte o que forman parte de obras artísticas. Se realizó por primera vez en el 2002 y se está presentando en este momento su segunda edición en la Galería Eyebeam de Manhattan, en el distrito artístico de Chelsea (ciudad de Nueva York). Su creador planea convertirla en una exposición anual. En esta muestra se pueden ver una cantidad de expresiones basadas en tecnología robótica. Hay de todo, pero lo que más impresiona es una instalación a la que han bautizado MEART - El Artista Semivivo. Se trata de un brazo robótico que hace dibujos controlado a través de Internet por un conjunto de neuronas cultivadas ubicadas a más de mil trescientos kilómetros de allí, en Atlanta.
La mesa del brazo robótico de MEART. © MEART |
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Como todo monstruo de Frankenstein, MEART está formado de piezas. Se compone de un "Wetware", que consiste de neuronas de córtex de rata cultivadas que crecieron sobre una estructura matricial de múltiples electrodos (éstos son quienes conectan el wetware con el mundo); un "Hardware", que es un brazo robótico capaz de dibujar, y un "Software" que une la actividad de ambas partes.
El cerebro de MEART las neuronas cultivadas vivas está instalado en el laboratorio de Steve Potter en el Georgia Institute of Technology, de Atlanta, Estados Unidos. Steve está aplicando diversas tecnologías para estudiar diferentes cultivos de centenares y miles de neuronas de mamíferos. Su sistema multicanal se ocupa de tomar el registro de la actividad del cerebro de MEART. Los conjuntos de datos que surgen de las neuronas vivas se procesan en dos sitios, uno en Atlanta y el otro en la galería de exposición de Nueva York. El resultado del proceso se usa en el manejo del brazo robótico de dibujo y también se devuelve a las neuronas como estímulo, produciendo una realimentación. En el sistema se realizan una serie de experimentos que exploran las relaciones entre el estímulo del cultivo neuronal y el dibujo resultante. Por ejemplo, una cámara de video (webcam) toma imágenes de los visitantes de la exposición en la galería y la imagen se ingresa, simplificada en un mapa de 64 bits, como estímulo a las neuronas.
Con tres colores, unas células
de cerebro cultivadas dibujan figuras 'inspiradas' por los rostros de las visitas. © MEART |
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Quizás lo más interesante es lo que dicen los propios creadores en su presentación en Internet: "MEART, el Artista Semivivo es un proyecto bio-cibernético en el que el artista está separado geográficamente en dos partes, que explora aspectos de la creatividad y el arte en esta era de tecnologías biológicas y la posibilidad futura de crear entidades semivivas. El proyecto investiga nuestra habilidad y nuestras intenciones de trabajar en la aparición de una nueva clase de seres (cuya producción puede ocurrir en un lejano futuro) que pueden ser sintientes, creativos e impredecibles. MEART junta los componentes básicos del cerebro y los conecta a un cuerpo mecánico a través de la mediación de un equipo de procesamiento digital. Se procura lograr una entidad que parecerá evolucionar, aprender y será capaz de ser condicionada para expresar sus crecientes experiencias a través de una actividad artística. Los elementos combinados de impredecibilidad y 'temperamento' más la habilidad de aprender y adaptarse producen una entidad artística que es a la vez dependiente e independiente de las intenciones de su creador."
Este "robot semivivo" fue construido por personalidades diversas, aunque con muchas credenciales, por cierto. El proyecto pertenece al SymbioticA Research Group que trabaja en colaboración con el Laboratorio de Steve Potter, formado por Douglas Bakkum, Guy Ben-Ary, Dr. Stuart Bunt, Oron Catts, Phil Gamblen, Steve M. Potter, Ian Sweetman y Ionat Zurr.
Sus currículums, extremadamente interesantes, se pueden leer aquí.
A continuación, una breve galería con una selección de
obras de esta muestra (con la explicación correspondiente):
Galería
Light Motive Arañas robóticas que se buscan y "cantan"
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Sketching Device Un robot que dibuja con temperamento
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Tribblation La "entidad viva robótica esférica e interactiva"
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Monkey on your Back Robots que se suben encima de uno y generan adrenalina
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Scratchrobot Un robot que "interpreta" tus e-mails
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Small Work Un robot y unos insectos intentan comunicarse
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Información adicional:
Sitio de ArtBots