«Uno de los resultados más emocionantes de la primera muestra sólida del Curiosity es el alto porcentaje de agua en el suelo»
Es la estrella de la NASA. El rover Curiosity aterrizó en Marte en agosto de 2012, y desde entonces la agencia espacial ha ido informando puntualmente cada uno de sus avances, que ha ido alternando con variadas anécdotas sobre su periplo por el Planeta Rojo.
Algunos de los primeros resultados sobre su misión que ya han sido dados a conocer fueron precedidos por rumores y una gran expectación, lo que dio lugar a cierta decepción. El goteo de informaciones sobre la misión del Mars Science Laboratory (MSL), su nombre completo, quizás eclipse la importancia de los resultados que esta semana presenta la revista Science.
En un especial, reúne cinco investigaciones en las que han participado dos centenares de investigadores y en los que se recogen los principales logros científicos del vehículo robótico durante su exploración del cráter Gale. Algunos de ellos son confirmaciones in situ de resultados que habían obtenido misiones anteriores no robóticas.
El rover ha sido, por ejemplo, capaz de determinar el porcentaje de agua que hay en la primera muestra que analizó utilizando el instrumento SAM (Sample Analysis at Mars). «Uno de los resultados más emocionantes de la primera muestra sólida del Curiosity es el alto porcentaje de agua en el suelo. Alrededor del 2% del suelo en su superficie está compuesto de agua, lo que supone una gran fuente y un dato científicamente interesante», explica la autora principal de este estudio, Laurie Leshin, que añade que estos resultados son «sólo el principio».
La muestra analizada en este estudio, en el que participan 34 investigadores, está compuesta de tierra y polvo recogidos de una zona arenosa conocida como Rocknest. La muestra fue calentada a una temperatura de 835º C, lo que permitió determinar que también contiene cloro y oxígeno, probablemente clorato o perclorato, que ya se había detectado en otras zonas de Marte. Su análisis también sugiere la presencia de materiales carbonados, que se forman en presencia de agua.
El hallazgo del Curiosity, afirma Leshin, tendrán implicaciones para los futuros exploradores humanos en Marte: «Ahora sabemos que debería haber agua abundante y fácilmente accesible en Marte. Cuando enviemos a personas allí, podrían excavar en la superficie para coger muestras, calentarla y obtener agua», propone la investigadora.
Agua para los astronautas
Aunque ya otros estudios previos han sugerido la presencia de agua en Marte (incluso los investigadores de esta misión presentaron el análisis provisional de muestras tomadas por el rover) «y el resultado era esperado», Alberto G. Fairén, científico del programa de vehículos marcianos de la NASA y de la Universidad de Cornell, resalta «lo importante que es poder confirmar las predicciones con análisis in situ, especialmente cuando se trata de exploración planetaria».
«La mayoría de los estudios anteriores estaban basados en observaciones orbitales, tanto geomorfológicas como geoquímicas. Curiosity ha analizado materiales recogidos directamente de la superficie. La sonda Phoenix hizo algo similar hace años, pero SAM (Sample Analysis at Mars) es un instrumento muchísimo más preciso para llevar a cabo estas mediciones. Y es importante diferenciar entre los resultados presentados en un congreso y los resultados publicados en una revista sometida a revisión», detalla Fairén a través de un correo electrónico.
Los científicos creen que las frecuentes tormentas de polvo en Marte han hecho que en la capa que cubre la superficie de Marte estén mezclados materiales de diferentes zonas por lo que una muestra como lo analizada por Curiosity es como una microscópica colección de rocas de todo el planeta: «Averiguando información en una zona consigues información de todo el planeta», asegura Leshin.
Origen basáltico
Otros dos estudios recogidos en Science se centran en el origen basáltico del material en Rocknest. El equipo liderado por David Bish sugiere que el 71% de este material tiene un origen basáltico mientras que el estudio liderado por David Blake usando una técnica de rayos X apunta a que el porcentaje sería de un 55%.
«El origen basáltico de los materiales de la superficie de Marte ya era conocido por investigaciones anteriores. Curiosity confirma esta tendencia, lo que apunta o bien a un origen similar de la superficie de Gale con respecto a otros enclaves analizados anteriormente, o bien a que los materiales de la superficie están muy mezclados de forma uniforme por todo el planeta. La segunda opción es consistente con lo que conocemos sobre los procesos superficiales en Marte», explica Fairén.
La roca Jake_M
La segunda muestra analizada por vehículo de la NASA es una roca denominada Jake_M en homenaje al ingeniero Jake Matijevic. Según detallan en otro estudio, se trata de la primera vez que se descubre este tipo de roca en Marte, que es parecida a las mugearitas que hay en nuestro planeta: «Jake_M es una roca ígnea formada a partir de magmas que se encontraban sometidos a grandes presiones y en presencia de agua, es decir, muy similar a los magmas de las islas oceánicas de la Tierra», explica el científico español.
Por lo que respecta a la vida en Marte, Fairén no cree que estos resultados refuercen la idea de que Marte fue habitable: «Ya sabíamos que Marte fue habitable durante largo tiempo al principio de su historia. Se destaca mucho el descubrimiento por parte de ‘Curiosity’ de un entorno acuoso no excesivamente ácido ni salado en el cráter Gale, por contraposición a los terrenos que lleva estudiando el rover Opportunity durante los últimos nueve años en Meridiani, que sí son ácidos. Pero conocemos multitud de lugares en la Tierra con características similares a Meridiani que están habitados por comunidades densas y diversas. Por lo tanto, el estudio de Meridiani, y el descubrimiento de entornos acuosos allí en el pasado, aunque fueran ácidos, ya era prueba suficiente de la habitabilidad de Marte al principio de su historia», detalla.
El científico destaca también lo efectivo que está resultando combinar las operaciones de los dos rovers, Opportunity, que aún sigue en funcionamiento, y Curiosity: «Durante el último medio año Opportunity ha estado analizando terrenos muy similares a los del cráter Gale, ni ácidos ni salados. Otro punto importante es la datación de ambos lugares, por dos razones: ambos son contemporáneos, del periodo Hespérico, lo que indica una gran diversidad y variabilidad ambiental en Marte durante esa época, y esa diversidad es muy importante desde el punto de vista de la habitabilidad. Además, Marte tuvo enclaves con agua de pH circumneutral durante largos periodos al principio de su historia. Este es un resultado de enorme importancia», concluye.
Fuente: El Mundo. Aportado por Eduardo J. Carletti
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