Algunos planetas recién descubiertos son alguna otra cosa

Una reevaluación sugiere que una tercera parte de los cuerpos gigantes calientes están mal clasificados

Cuando la nave espacial Kepler descubre un planeta gigante orbitando una estrella muy de cerca, hay una probabilidad entre tres de que no sea realmente un planeta, en absoluto.

Al menos, es así de acuerdo a un nuevo estudio que pone a prueba algunos de los miles de planetas candidatos de Kepler, usando un método complementario para descubrir objetos celestes en órbitas estelares. Los resultados, publicados el 5 de junio en arXiv.org, sugieren que el 35 por ciento de los candidatos a gigantes que giran muy cerca de las brillantes estrellas son impostores, conocidos en el mundillo de la búsqueda de planetas como falsos positivos.

«Estimar la tasa de falsos positivos del Kepler es una de las cuestiones más candentes en este campo», dice el astrónomo Jean-Michel Désert, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica, que ha llevado a cabo cálculos similares para planetas más pequeños.

Las estimaciones hechas por Désert y otros sitúan la tasa de falsos positivos en menos de 10 por ciento, lo cual no es necesariamente contradictorio, teniendo en cuenta las diferentes poblaciones que son blanco de los esfuerzos de investigación.

«No podemos decir nada acerca de los planetas más pequeños», dice Alexandre Santerne, un estudiante graduado en la Universidad de Aix-Marseille en Francia, y coautor del estudio arXiv.org. «Es sólo para los planetas gigantes próximos».

Kepler busca la atenuación periódica de la luz estelar que producen los planetas que pasan entre nosotros y sus estrellas, ubicadas cerca de la constelación del Cisne. Pero no todo lo que oscurece una estrella es un planeta, las estrellas más pequeñas, por ejemplo, podría parecerse a un planeta. En lugar de detectar variaciones periódicas, Santerne y sus colegas buscaron variaciones en las estrellas madre, las ondulaciones producidas por el remolque gravitacional de los planetas que la orbitan. Puesto que los planetas pesados y cercanos producen un tirón más notable en sus estrellas, el equipo se centró en los candidatos gigantes con órbitas de 25 días o menos.

De los más de 2.300 posibles planetas, sólo 46 cayeron en esa categoría. Once de ellos eran planetas que ya se conocían. El equipo de Santerne confirmó nueve más.

Entre los restantes 26 candidatos hay 13 incógnitas, dos estrellas enanas marrones fallidas, y 11 miembros de sistemas binarios de estrellas. «Éstas pueden imitar con claridad un evento de tránsito planetario», dice Santerne. «Por eso es tan importante distinguir estas cosas cuando se quiere estudiar planetas y tránsitos con la misión Kepler.»

Después de distribuir las incógnitas en base a las proporciones observadas de los objetos, el equipo llegó a un 35 por ciento de falsos positivos.

Ese número puede parecer alto si se compara con las estimaciones previas, pero los científicos no lo consideran un grave defecto de Kepler. «Este porcentaje de falsos positivos es muy bajo en comparación con todos los otros programas de tránsito», dice la coautora del estudio y astrónoma Claire Moutou, también en la Universidad de Aix-Marseille.

Los autores señalan la discrepancia entre su resultado y un estudio de 2011 realizado por Timothy Morton y John Johnson en Caltech, quienes encontraron una tasa de falsos positivos cercana a un 5 por ciento. Pero podría no ser tan simple hacer comparaciones entre los dos estudios, dice Morton, señalando que los dos grupos calcularon cosas diferentes. En vez de mirar la tasa de impostores en una población específica de planetas, Morton determinó la probabilidad de que cualquier candidato —rescatado del mar de candidatos brillantes— fuese real. También se excluyeron los datos de obvios impostores.

«Aquí todo es una especie de juego de probabilidades», dice Morton, señalando la abundancia de candidatos. «Será imposible confirmar todo con observaciones.»

En cuanto a las estimaciones actuales de miles de millones de planetas en la Vía Láctea, dice Moutou, esos números siguen siendo válidos. «Los planetas en tránsito de corto período son objetos exóticos, no esperamos que estén en todas partes», dice. «Se espera que los potenciales miles de millones de planetas sean pequeños, de largo período. Nosotros no eliminamos a ésos, por suerte. »

Fuente: Science News. Aportado por Eduardo J. Carletti

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