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Nuevo hallazgo arqueológico junto a Stonehenge, el famoso monumento del Neolitico

El hallazgo bajo tierra de un nuevo supercírculo con 90 piedras de gran tamaño, a sólo tres kilómetros escasos de Stonehenge, ha disparado las teorías sobre la posibilidad de que el asentamiento del Neolítico sirviera hace más de 4.000 años como escenario de sanguinarios rituales, incluidos los sacrificios humanos

Miles Russell, profesor de Prehistoria y Arqueología Romana en la Universidad de Bournemouth, ha reavivado la polémica en un artículo publicado en el Daily Mail bajo el provocador título «¿Construyeron los británicos primitivos Stonehenge como templo para el sacrificio humano?».

Asegura Russell que el hallazgo de una «herradura» de piedras gigantes, enmarcando el anfiteatro natural en las llanuras de Salisbury, es una prueba fehaciente del uso de grandes espacios para rituales como los ciclos de las cosechas, la transición del jóvenes al mundo adulto y la ofrenda de animales (principalmente cerdos, a partir de los huesos hallados en el entorno).

Según Russell, hay sin embargo una pregunta incómoda cuya respuesta parece estar más cerca tras los últimos descubrimientos en lo que ya se llama Superhenge: «Hay aún muchas preguntas sin respuesta sobre la vida religiosa en la prehistoria, pero está claro que el sacrificio, tanto de animales como de humanos, formaba parte de los rituales».


Investigadores británicos descubren un gran asentamiento neolítico cerca de Stonehenge

El hallazgo en el conjunto de Stonehenge de esqueletos humanos, con heridas en el cráneo o flechas clavadas entre las vértebras, son en su opinión un indicio de los rituales que podrían haberse llevado a cabo en el conjunto neolítico. Russell destaca cómo los guerreros fallecidos en combate, hasta los tiempos medievales, generalmente eran enterrados en grupos.

«En contraste, estos cuerpos aparecen normalmente enterrados individualmente, a veces localizados dentro de amplios monumentos, lo que permite sugerir que fueron matados como parte de una ceremonia», asegura el profesor de Bournemouth, que insinúa que los sacrificios humanos pudieron formar parte de la «cultura» en las islas británicas hasta la llegada de los romanos.

 

 

No en vano, el mismísimo Julio César, en el año 55 antes de Cristo, atestiguó que los druidas celtas creían que «los dioses se regocijan con el sacrificio de los prisioneros y de los criminales, y cuando el suministro no era suficiente, se sacrificaban incluso a los inocentes»…

El profesor Russell asegura que el hallazgo del Superhenge, a cargo del arqueólogo Vince Gaffney y su equipo del Stonehenge Hidden Landscape Project, es también vital para el posible «cambio en el sistema de creencias» en las postrimerías del Neolítico: de una religión basada fundamentalmente en la reverencia al paisaje, a un culto lunar y solar que coincide (nada casualmente) con la alteración sustancial de la superficie terrestre por la acción del hombre.

Fuente: El Mundo y Science Daily. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Las herramientas de piedra más antiguas datan 3,3 millones de años de antigüedad

Un equipo internacional de científicos ha hallado en Kenia las herramientas de piedra más antiguas, que datan de 3,3 millones de años de antigüedad. Los artefactos indican que los homínidos pudieron fabricar herramientas mucho antes de lo que se pensaba y adelantan así los orígenes del género Homo —que incluye a los humanos modernos—. Sin embargo, los investigadores desconocen aún qué especie pudo realizarlas

En la mañana del 9 de julio de 2011, la investigadora Sonia Harmand de la Universidad de Stony Brooks (EEUU) y su equipo se equivocaron de camino cuando deambulaban en Kenia. Para reorientarse, ascendieron una colina pero percibieron «algo especial en ese lugar», afirman. Y decidieron investigar. Para finales de 2012, las excavaciones en ese yacimiento —denominado Lomekwi 3— permitieron descubrir 149 artefactos de piedra que sirvieron para golpear, entre otros usos.


Una de la herramientas de piedra halladas en el yacimiento de Kenia

Estos artefactos marcan «un nuevo comienzo en el registro arqueológico actual», señalan los autores

Ahora, los científicos confirman en la revista Nature que esas piedras son las herramientas más antiguas jamás descubiertas. Datan de hace 3,3 millones de años, y llevan hacia atrás en 700.000 años la edad de las herramientas hasta ahora más antiguas. Según los investigadores, los autores de los artefactos podrían ser o no algún ancestro de los humanos.

El hallazgo es la primera evidencia de que un grupo anterior de protohumanos (primeros humanos) tuvieron las habilidades necesarias para fabricar herramientas de bordes afilados. Estos artefactos marcan «un nuevo comienzo en el registro arqueológico actual», señalan los autores del estudio.

«El yacimiento entero es sorprendente porque reescribe la historia de muchas de las cosas que pensábamos que eran ciertas», dice el geólogo Chris Lepre, uno de los autores que dató las herramientas e investigador en la Universidad de Rutgers y del Observatorio de la Tierra de Lamont-Doherty en EE UU.

Las herramientas arrojan luz sobre un periodo inesperado y desconocido, anterior al comportamiento de los homínidos, y «pueden decirnos mucho más sobre el desarrollo cognitivo de nuestros ancestros que lo que nos dicen los fósiles», explica Sonia Harmand, autora principal e investigadora también en la Universidad Paris Ouest Nanterre (Francia).


La investigadora Sonia Harmand y el coautor Jason Lewis examinando algunas de las piedras. / MPK-WTAP

¿Quién fabricó las herramientas?

Una de las principales incógnitas que suscita el hallazgo de las herramientas de piedra es su autoría. Durante mucho tiempo, los antropólogos han pensado que nuestros parientes del género Homo —la línea que lleva directamente a los Homo sapiens— fueron los primeros en elaborar este tipo de herramientas. Pero en este caso, los investigadores desconocen quién hizo estas herramientas tan antiguas.

El estudio sugiere una posible respuesta gracias al cráneo de un Kenyanthropus platytops de 3,3 millones de años de antigüedad encontrado en 1999 a un kilómetro del yacimiento de las herramientas. Un diente de este homínido y un hueso de su cráneo se descubrieron a pocos cientos de metros de allí y aún está por identificar un diente que se encontró a 100 metros.

La zona del yacimiento estaba parcialmente arbolada y cubierta de arbustos hace más de 3,3 millones de años

Sin embargo, nadie sabe exactamente si Kenyanthropus platytops está relacionado con otras especies de homínidos, pero sin duda adelanta en medio millón de años la primera especie de Homo que se conoce. Según el trabajo, esta especie pudo haber fabricado las herramientas. Otra hipótesis es que los que las hicieron pudieron pertenecer a otra especie de la misma era, como Australopithecus afarensis, o a un tipo aún no descubierto de Homo.

Para entender el contexto en el que vivieron estos homínidos y reconstruir la vegetación del área, la investigadora Rhoda Quinn, mujer de Lepre y coautora del estudio en la Universidad de Rutgers, estudió los isotopos de carbono en el suelo junto a los fósiles de animales hallados en el yacimiento. Los resultados indican que la zona estaba parcialmente arbolada y cubierta de arbustos hace más de 3,3 millones de años.

Hasta ahora se pensaba que la fabricación sofisticada de herramientas se produjo en respuesta a un cambio en el clima que produjo la extensión de la pradera de la sabana y la consecuente evolución de un amplio grupo de animales que pudieron servir de alimento para los ancestros de los humanos.

«Los homínidos pudieron empezar a golpear las piedras las unas contra las otras para afilar los bordes y así poder comer la carne de las carcasas de animales», subraya Jason Lewis, coautor e investigador en la Universidad Rutgers.

Pero el tamaño y las marcas de las recién descubiertas herramientas sugieren que «los homínidos hicieron algo más aparte, sobre todo si estuvieron en un entorno con más árboles con acceso a varios recursos vegetales», señala Lewis. Los investigadores creen que las herramientas pudieron usarse para romper nueces o tubérculos, o abrir troncos caídos en busca de insectos.

Retrasando el género Homo

Los primeros artefactos de piedra del este de África se descubrieron primero en la Garganta de Olduvai en Tanzania a mediados del siglo XX. Estas herramientas se asociaron después en los años 60 con los hallazgos de fósiles de Homo habilis, que vivió hace entre 2,1 y 1,5 millones de años.

Los hallazgos posteriores de fósiles han retrasado las fechas de los ancestros de los humanos y de sus herramientas de piedra. El pasado mes de marzo se anunció el hallazgo parcial de una mandíbula en una región de Etiopía que ha retrasado el género Homo a 2,8 millones de años de antigüedad.

Pero también hay evidencias de herramientas más primitivas usadas incluso antes que las del nuevo hallazgo. En 2009, unos investigadores excavaron huesos de animales de 3,39 millones de años de antigüedad que presentaban cortes y otras marcas, por lo que alguien usó las piedras para cortar carne fresca del hueso o para romper el hueso y sacar la médula ósea del interior.

 

 

Para los científicos, esta es la evidencia más temprana del consumo de carne y médula por parte de los homínidos. No obstante, en ese yacimiento no se hallaron herramientas, por lo que aún no está claro si los cortes se hicieron con herramientas elaboradas o simplemente con piedras afiladas. Los únicos restos fósiles de homínidos del área que datan de ese momento pertenecen a Australopithecus afarensis.

Referencia bibliográfica:

Harmand et al. "3.3-million-year-old stone tools from Lomekwi 3, West Turkana, Kenya". Nature 521 doi:10.1038/nature14464 21 de mayo de 2015.

Fuente: Sinc. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Estatua de Buda escondía una sorpresa

El hallazgo data de los siglos XI y XII y apareció tras realizar varias pruebas en un museo de Holanda

El que se encuentren cuerpos momificados hace cientos de años suele ser una noticia relativamente habitual. No obstante, el hallazgo realizado por el Meander Medisch Centrum (ubicado en Holanda) ha logrado que este fenómeno se convierta en algo extremadamente raro.

¿La razón?

Los expertos de este centro han encontrado una momia china con más de 1.000 años de antigüedad escondida dentro de una estatua de Buda que se exhibía en el museo de Drenthe.

Tal y como afirma el Meander Medisch Centrum en su página web, el curioso hallazgo fue realizado a finales de diciembre del año pasado (hace aproximadamente dos meses) mientras los expertos realizaban a la mencionada estatua una tomografía computarizada. Tras las pruebas, los científicos se percataron del extraño objeto interior que había dentro de la escultura.

La momia, según expertos como los radiólogos Raynald Vermeijden y Ben Heggelman, se corresponde con un maestro budista que pertenecía a una escuela de meditación china y vivió durante los siglos XI y XII. Actualmente, y según el centro de investigaciones, este descubrimiento es magnífico, pues es la única momia de estas características que está disponible en esta parte del mundo para ser investigada.

En la actualidad, los restos están siendo investigados en detalle por Vermeijden, quien —bajo la supervisión del Museo Nacional del país— afirma estar utilizando la última tecnología para examinar sus cavidades torácica y abdominal. En este sentido, el experto ya ha podido confirmar que, en el lugar donde se hallaban los órganos, hay pequeños papeles escritos con caracteres chinos clásicos.

La metamorfosis de la momia

Si usted era un monje que quería alcanzar la iluminación y ser venerado como un «Buda viviente», la auto-momificación era la opción más drástica. Los monjes en este camino espiritual pasaban un hambre mortal durante casi una década, subsistiendo con agua, semillas y frutos secos. Entonces, eran sellados dentro de una estatua e ingerían raíces, corteza de pino y un té tóxico, basado en savia de árboles durante otros 1.000 días, comiendo y respirando a través de un pequeño tubo. Con el tiempo llegaba la muerte, y se dice los monjes momificados de esta manera habían alcanzado la iluminación.

 

 

De acuerdo con el Museo Drents, este sarcófago de Buda es un ejemplo de auto-momificación. Sin embargo, el hecho de que sus órganos fueron removidos y reemplazados con papel indica que no puede ser cierto.

Fuente: Varios medios. Aportado por Eduardo J. Carletti

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