El cineasta Guillermo del Toro, el ilustrador Gris Grimly y el músico Nick Cave preparan una adaptación siniestra y animada en ‘stop motion’ de la obra de Carlo Collodi
«Érase una vez un pedazo de madera. No era una madera de lujo, sino un simple pedazo de leña». Así comienza Pinocho, la historia que Carlo Collodi (1826-1890) publicó en varias entregas en 1882 en un periódico italiano y que acabó siendo una novela. De una forma similar al inicio de las aventuras del muñeco de madera se gesta desde hace meses en Hollywood una nueva adaptación al cine del trabajo de Collodi. A partir de unos simples bocetos en papel de la pluma del artista estadounidense Gris Grimly surgió la enésima edición del libro en EE UU (2002) y de ahí a una película de animación apadrinada por Guillermo del Toro, producida por Pathé y la Jim Henson Company y que contará con una banda sonora del músico australiano Nick Cave. Un equipo siniestro y macabro, como los dibujos de Grimly para un proyecto que obtuvo luz verde el pasado viernes.
La obra de Collodi es más conocida por la edulcorada versión cinematográfica que Walt Disney hizo en 1940 que por la propia novela en sí, mucho más triste e inquietante que la película. Disney hizo un cuento de hadas con final muy feliz. La novela por su parte es un retrato de la Italia pobre y hambrienta de finales del XIX, una defensa de la educación frente a la holgazanería contada a través de la historia fantástica de este muñeco de madera vanidoso e ignorante que quiere convertirse en un niño de carne y hueso. Entre la magia de los dibujos animados y la crudeza de la historia original se encontrará la película que preparan Del Toro y Grimly y cuyo inicio de rodaje está previsto para finales de este año en los mismos estudios ingleses donde se rodó La novia cadáver, de Tim Burton. Ambos llevan desde el verano pasado inmersos en la preproducción «con el afán de hacer el Pinocho más chocante y brutal», según contó Del Toro a este periódico el pasado otoño en conversación telefónica desde Vancouver, donde se encontraba buscando localizaciones para su próximo largometraje, Las montañas de la locura (la adaptación de la novela de H. P. Lovecraft producida por James Cameron).
El rodaje de la película, que pretende recuperar «el espíritu ambivalente de Collodi», durará al menos dos años debido a la lentitud de los rodajes de animación en stop motion (se animan las maquetas fotograma a fotograma). A partir de los dibujos de Grimly y de la historia reescrita por el propio Del Toro, el guionista Mathew Robins —uno de los colaboradores habituales del director mexicano— ha elaborado un Pinocho que va más allá de la historia de un muñeco de madera al que le crece la nariz cada vez que miente (en la novela esta situación aparece solo dos veces). Dirigirán la película Grimly y Mark Gustavsson — que tiene experiencia en este tipo de animación tras varios cortos y colaborar con Wes Anderson en Fantástico Mr. Fox—. «Será macabra y peligrosa, como deben de ser los cuentos de hadas», dice Grimly desde Los Angeles en una conversación a través de varios correos electrónicos. «Tiene suficiente magia y fantasía para reavivar la imaginación en los críos y sacar a flor de piel a los niños que los adultos llevamos dentro».
Grimly, de treintaypico años (no especifica su edad), de grandes patillas, aspecto rockero y gusto por lo gótico, comenzó como ilustrador profesional en 1998. Aunque cada vez se dedica a contenidos más de adultos, es conocido por sus ilustraciones para libros infantiles y clásicos como Pinocho, Sleepy Hollow o historias de Edgar Allan Poe. Muy conocida en el ámbito anglosajón, en España su obra no ha sido editada. «He tenido muchas influencias a lo largo de mi carrera y siempre están cambiando: Ralph Steadman, Edward Gorey, Graham Ingels, Egon Shiele y George Herriman», dice Grimly, que ha trabajado con autores como Neil Gaiman, Carolyn Crimi o Laura Leuck . También escribe sus propias historias para luego ilustrarlas, como ha hecho con la trilogía Wicked Nursery Rhymes (Rimas malvadas de guarderías), rimas tradicionales infantiles «afiladas al estilo Grimly» (grim en inglés significa siniestro), de forma un tanto macabra. Ilustrar Pinocho fue su primer gran trabajo. «Soy fan de las series de Oz y de Alicia. Esta era una oportunidad para mí de ilustrar una versión de Pinocho en la misma línea». En la actualidad se encuentra ilustrando una nueva versión de Frankenstein, un trabajo que no tendrá listo hasta 2012 pero del que se pueden ver bocetos en uno de sus blogs y su perfil de Facebook. Al contrario que muchos artistas, Grimly comparte todo su trabajo en Internet, incluso antes de ser publicado.
En el cine Grimly tiene experiencia como cortometrajista: «He viajado hacia mis propias películas proscritas y videos musicales. Todo lo que he hecho tiene el sello Grimly. Aunque la mayor parte de mi trabajo fílmico está más en el reino del horror y es inapropiado para niños». El proyecto de Pinocho lo impulsó él en 2003 tras hacer los dibujos para el libro. Buscaba un director y se encontró con que al que tenía como número uno en su lista le gustaba su trabajo. «Compro mucho arte original de temas de cuentos de hadas y de cómic y Grimly tenía una exhibición del arte del libro de Pinocho», cuenta Del Toro. La galería llamó al artista y ambos quedaron para comer y hablar sobre Pinocho. Grimly le ofreció que dirigiera la película. «Le dije que no porque estaba muy atrapado por el trabajo», dice el cineasta, «así que se hizo a la idea de que iba a dirigirla él». Así será. Grimly a la dirección y Del Toro a la producción. Poco después se unió al proyecto la factoría Jim Henson (los creadores de los teleñecos y de películas como Cristal Oscuro o Dentro del laberinto) y el verano pasado, Nick Cave (que ha participado en otras bandas sonoras como la de La carretera). Estas participaciones «solidifican el hecho de que va a ser el cuento de hadas oscuro que tengo en mente», repite Grimly.
«Queremos hacer un Pinocho bastante audaz», dice Del Toro, que cita episodios de la novela de Collodi que no aparecen en la versión Disney, y que recuperará, como el hecho de que el hada madrina sea una niña difunta, o la muerte y resurrección del mismo Pinocho a mitad de la historia. La película será «implacable con mi amor y gustos por las películas de terror», dice Grimly, que espera hacer un filme tanto para niños como para adultos: «No estoy seguro de qué es lo que hace que un niño gravite alrededor de lo espeluznante y lo macabro. Pero creo que sí hay un momento dentro de cada niño en el que disfruta con ser asustado». Pero los siniestros Grimly y Del Toro piensan en una película más tétrica, para niños no tan pequeños: «Con los adultos pasa como con los niños. Se complacen con lo oscuro y macabro… Pero creo que la mayoría disfrutamos con un buen susto, si no por pasión por el género, al menos como vía de escape de los horrores de la vida real».
Fuente: El País.com. Aportado por Silvia Angiola
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