(Generation Next & Classics)
¡Dale! Poné el iconosincrónico... Tecleá: NOVIEMBRE (click, click...) DE 2000 (click, click, click, click), DIA 5, 19.00, CANAL 13...
¡Ahí está! ¡Shhh!
Es una repetición del programa "Tiempo de Cosecha", el día que Agudo fue a contestar sobre "Historia del Comic Foráneo Contemporáneo".
¡Shhh! ¡Dejá escuchar!
Ese es Pancho Baños...
...y el del jurado es nada menos que Gemánico Caseros, el especialista en... Sí, ¿te acordás? Un tipo macanudo... Recuerdo sus visitas por el bar de San José —eso que él llamaba Periplos de Investigación— y sus preguntas incisivas:
"Esto... pará un poco, ¿quién es Batman, el de la capa roja o el de las orejas chistosas? ¿Para qué sirve la linterna verde...?"
¡Shhh! La primera tanda de preguntas por el primer mojón de abono...
Estas son algunas de las ediciones que se cocinan en Marvel...
"Cuarta pregunta. Señor Agudo: De acuerdo a la documentación disponible en los comic books, ¿quién es más rápido... Superman o Flash?"
"Eso es fácil, Pancho, ¿en qué medio? Agua, tierra, vacío..."
"Esteeemmm... es lo mismo... digamos tierra"
"Ajá... ¿antes o después de Crisis?
"¿Qué crisis?"
"¿Crisis en Tierras Infinitas?"
"Y... después de las crisis finitas."
"¿Cuál de los tres Flash?"
"¿Cómo cuál de los tres...?"
"Síp. Jay Garrick, Barry Allen, Wally West..."
"¿Y qué tiene que ver Woody Allen? ¿Ya hicieron la película?"
"Bueno, estaba la serie de TV..."
"¿La pasan en este canal?"
"¡PRRRRRR! Lo lamento, Pancho, se perdió el mojón de abono. Mejor conteste sobre otra cosa, no sé... El Imperio incaico y los superhéroes precolombinos... "
Estos son algunos de los lanzamientos recientes de comics de la DC...
"Superado el malentendido (el conductor soy yo, ¿capito?) seguiremos con Tiempo de Cosecha y ésta es la pregunta por el millón de mojones."
"Sí, Pancho."
"¿Qué dice en el cuadro 5 de la página 19, de la versión original de Detective Comics #699?"
TIC-TIC-TIC-TIC
"Whoa..."
"Responda..."
"Dice: Whoa..."
"Ah... sip... dice Whoa... Whoa... ¡Guaaaaaaa!
¡Usted es muy frustrante! ¡Dénle todo el abono!"
(¿?) "¡Mierda!"
En una Tierra parecida a la nuestra pero un poco más fantástica, un día un anciano llamado Son Gohan halló en un cráter y junto a una nave extraña un raro bebé, bastante fuerte pero con cola. No lo llamó Clark sino Son Goku. Al principio Goku era bastante malcriado, malhumorado y poco dispuesto a aprender, pero en una caída accidental recibió un golpazo en el cráneo —método científico al que suscribo ardientemente— y desde entonces siempre fue un buen chico, de buen corazón y bastante ingenuo. Quiso mucho a su abuelito adoptivo y aprendió ávidamente todas sus lecciones, ya que éste era un maestro luchador, discípulo del llamado dios de las artes marciales, el maestro Roshi. Sin embargo, tiempo después el abuelito muere luchando contra un mono gigante y sólo deja a Goku una bola naranja con cuatro estrellas como amuleto y un báculo sagrado que puede crecer a una orden —siempre le envidié eso—.
La historia realmente comienza cuando una jovencita llamada Bulma se cruza con Goku y descubre su poder e ingenuidad. Bulma se entera del amuleto de Goku y le cuenta la antigua leyenda de las Bolas del Dragón —no, no son realmente eso—.
"Hace mucho tiempo había un dios dragón llamado Shenlon que cumplía un deseo a cada persona que se lo pedía. Cualquier deseo. Pero todos pedían deseos egoístas y dañinos, así que el dios dragón se dividió en siete Dragon Balls que se dispersaron por el mundo. Según la leyenda, sólo aquel que reúna las siete esferas y convoque al dragón podrá ver su deseo cumplido".
En eso estaba Bulma, buscando las esferas con la ayuda de un radar que ella misma construyó, cuando éste la guió hasta Goku.
Bulma es la hija del multimillonario científico dueño de Cápsula Corp., el inventor del proceso por el cual cualquier cosa se puede guardar en una pequeña cápsula. Y; como tal, ella estaba bien entrenada en ciencia y tecnología. Pero —mujer al fin e innegablemente— su verdadero anhelo era tener novio, cosa que hasta el momento no había conseguido a pesar de ser hermosa. En gran parte debido a su carácter podrido, no hay misterio. De modo que le pidió prestada su esfera a Goku para pedir su deseo una vez que encontrara las demás, y éste decidió acompañarla en su búsqueda.
Así, ambos corren muchas peligrosas aventuras, de las cuales casi siempre la fuerza de Goku los salva, y conocen a muchos amigos, como Yamcha, un joven luchador, Puar y Woolong, dos especialistas en técnicas de mutación, y el maestro Roshi y su tortuga.
En una de esas conocieron a Oxatán y su hija Milk, que se encontraban en problemas. Dado que Oxatán también era discípulo del maestro Roshi, éste les dió una mano, y de paso permitió a Goku ver por primera vez la técnica del Kame Hame Ha.
Por otro lado, la pequeña Milk decidió unilateralmente que Goku era el partido ideal y por tanto se arregló el matrimonio para cuando tuvieran edad. Goku aceptó, aunque la verdad es que no tenía ni la menor idea de qué le hablaban.
Pero también tropiezan con algunos enemigos, y entre ellos el peor (aunque no por impresionante) es el gran Pilaf, un pequeñajo algo ridículo empeñado en ser el amo del mundo. El problema es que este personaje posee un formidable armamento, además de un par de secuaces algo menos tontos de lo que parecen. Y puesto que Pilaf estaba enterado de la leyenda y también buscaba las esferas, era inevitable que se encontraran. Así, Goku y compañía caen en una trampa y Pilaf les roba las esferas y llama al dragón. Pero en ese momento, cuando sale la luna llena, Goku les cuenta que su abuelito le tenía prohibido verla aunque él no sabía por qué. Aquí se revela su capacidad de convertirse en mono gigante cada vez que la ve, y aunque en esas circunstancias no tiene control ni conciencia y se limita a destruir todo a su paso, sus amigos descubren que cortándole la cola vuelve a la normalidad. Entretanto Pilaf es derrotado y su palacio destruido, y en un descuido Woolong —sexópata consuetudinario, al igual que otros personajes de esta serie—, pide su deseo... una bombachita (!?).
Aunque Bulma obtiene igualmente su deseo —¡pobre Yamcha!—, Goku deberá esperar un año ya que después de conceder un deseo las esferas se vuelven a dispersar por el mundo y se convierten en piedras inofensivas durante ese tiempo. Entonces decide aceptar el ofrecimiento que le hiciera el maestro Roshi y ser su discípulo. Al llegar a la isla donde vive el maestro conoce a otro niño, Krilin, y como el maestro sólo quiere un discípulo les propone que aquél que cumpla un trabajito —conseguirle una minita— será el elegido. Krilin le trae a Lunch, una chica muy linda y hacendosa y también bastante ingenua, pero con una pequeña particularidad: cada vez que estornuda se convierte en una rubia violenta, armada hasta los dientes y con gran afición a los billetes.
Finalmente, Roshi decide entrenarlos a ambos, y un tiempo y muchos sufrimientos más tarde, decide probarlos en el renombrado Torneo de Artes Marciales. Allí se encuentran también con Yamcha y todos participan y clasifican fácilmente. En las eliminatorias un tal Jackie Chun los derrota a todos y se enfrenta a Goku en la final.
Jackie, que no es otro que Roshi disfrazado, prueba las habilidades de Goku al máximo, pero también quería evitar que éste triunfara para que no se envaneciera prematuramente. Pero sale la Luna y Goku se transforma, ante lo cual a Roshi no le queda otro remedio que destruirla con un gran Kame Hame Ha. Con esto Goku es derrotado.
La orgullosa Patrulla Roja aplastada por un niño
Pero este niño incansable decide viajar por el mundo entrenándose para volver a competir en el próximo torneo y ganar; y además tiene que recuperar su amuleto. En ese ínterin se encuentra con otro formidable enemigo y competidor en la búsqueda de las esferas: la Patrulla Roja. Este ejército es comandado por muy bien entrenados y astutos comandantes con nombres de colores (White, Violet, Silver, Red), cada uno más terrible que el otro. Dan varios dolores de cabeza a Goku, pero los va derrotando uno a uno. Cansado, el comandante Red decide contratar a un asesino profesional para despachar a ese enano coludo tan molesto. Entonces entra en escena Tao Pai Pai, terrible luchador y asesino a sueldo. Al principio éste derrota a Goku y casi lo mata, y hasta mata a Bora, un indio amigo suyo. Entonces Goku, para aumentar su poder decide subir a la torre Karin...
"Esta es parte de la leyenda, que dice que un dios habita en su cima, quien otorga a aquél que logre escalarla —y es kilométricamente alta— y beber del agua sagrada, un gran poder. Bora lo había intentado en su juventud y había fallado, pero se había convertido en su guardián, que es donde lo conoció Goku. Dos días más tarde, Goku seguía ascendiendo por la torre. Arriba aparece un gato, que resulta ser nada menos que uno de los maestros del maestro Roshi, llamado Karín. Este extraño maestro entrena a Goku en tan sólo tres días —a Roshi le había tomado tres años aprender la lección—, tras lo cual éste puede derrotar fácilmente a Tao Pai Pai.
Harto, decide efectuar un ataque frontal, él sólo, contra toda la Red Ribbon en su cuartel general para recuperar las esferas. En este épico combate, Goku hace tal desastre y reparte tantas tortas que todo el ejército termina desintegrado y huye aterrado.
Pero aún le faltaba una esfera y el radar no mostraba su posición, así que acude a Uranai Baba, hermana de Roshi y vidente renombrada, para que le diga dónde está. El precio de Uranai —para todos los que no tenían el efectivo necesario—, era derrotar a sus cinco campeones. Junto con sus amigos, Goku enfrenta a los cuatro primeros (Drácula, el Hombre Invisible, la Momia y el Diablo), pero el quinto es mucho más difícil de vencer. Éste resulta conocer el punto débil de Goku, su cola; sabe que cuando se la sujetan fuertemente se debilita. Pero cuando la cola se corta, se da por vencido y se descubre que era el abuelito, venido del otro mundo por un día gracias a las artes de Uranai Baba, para verificar el progreso de su querido nieto. Cumplidos los requisitos, Baba usa la bola de cristal y los entera de que la esfera faltante estaba bien escondida y en poder de Pilaf. Un breve y violento interludio más tarde, Goku reúne las esferas y pide a Shenlon que reviva a Bora, y cuando éste cumple el deseo y las bolas están a punto de dispersarse a toda velocidad, de un veloz salto atrapa la de cuatro estrellas, su amuleto.
Pasa el tiempo y Goku sigue viajando y entrenándose, y de paso corriendo algunas aventuras. Así conoce a Ten Shin Han y a Chaoz, dos alumnos del maestro Tsuru, eterno rival de Roshi y hermano de Tao Pai Pai, que quieren ser asesinos profesionales también.
Y llega el momento de un nuevo Torneo de Artes Marciales. En éste se enfrentan especialmente los alumnos de Roshi y los de Tsuru y en la final quedan Goku y Ten Shin Han (Jackie se rinde ante Ten viendo que todavía es recuperable y no del todo malo). Después de una pelea épica con grandes técnicas, Goku pierde por un pelo y sin embargo Ten Shin Han aprende lo que es ser un verdadero luchador y abandona a Tsuru para seguir entrenando solo para la próxima vez —estos luchadores siempre piensan en la próxima—.
Repentinamente, en medio de la celebración, Krilin es asesinado por un desconocido villano algo reptilesco. Así aparece un nuevo enemigo de la humanidad mucho peor que los anteriores: Pícoro Daimakú. Según cuenta Roshi, Picoro apareció hace tiempo y trató de dominar y destruir el mundo, pero el maestro Mutaito, con quien entrenaban Roshi y Tsuru, desarrolló la técnica Ma Fu Ba para encerrarlo en un recipiente, única forma de vencerlo. Pero Goku no oye razones y lo enfrenta sólo para ser derrotado. Pícoro, enterado de la existencia de Shenlon, reune las bolas y pide ser joven, luego de lo cual mata al dragón. Roshi trata con el Ma Fu Ba pero falla y muere, y Chaoz también es eliminado. Entonces Goku decide usar la cabeza —¡por fin!— y sube a la Torre Sagrada donde el maestro Karín le habla de la verdadera agua ultrasagrada que libera el poder interior del consumidor.
Goku pasa las pruebas y sobrevive al agua, busca a Picoro y aunque es apaleado y Ten Shin Han usa el Ma Fu Ba sin éxito, a último momento lo mata usando el poder del mono gigante que lleva dentro. O eso es lo que cree, pero después de desmayarse no ve que Pícoro escupe un huevo —así se reproduce su raza—, un hijo a quien encarga la venganza.
Para revivir a Shenlon, Karín envía a Goku al Templo Divino, que se encuentra flotando muy por encima de la Torre Sagrada. Allí conocerá a Kami Sama, el dios protector de la Tierra, que resulta ser la mitad buena de Pícoro. Kami Sama le advierte de la existencia de Pícoro Jr. y lo entrena durante tres años con la ayuda de Mr. Popo, su sirviente. Pero antes, reconstruye a su creación, Shenlon, y éste revive a Roshi, Krilin y Chaoz y a todos los que fueron asesinados por Pícoro y sus secuaces.
Una vez más, un nuevo Torneo se prepara. En él participan todos los ya conocidos (excepto Jackie que se reconoce superado por la nueva generación, los llamados luchadores Z) además de un curioso personaje de apariencia algo tonta que resulta ser Kami Sama disfrazado. Y es que Pícoro Jr., bajo el nombre de Majunia, participa en el Torneo para medir a sus oponentes. Al final, uno a uno todos son derrotados dejando todo en manos de Goku, otra vez. Y esta pelea ya es de proporciones catastróficas dejando boquiabiertos a todos los asistentes. Como resultado, Pícoro es derrotado y casi muerto, pero Goku, para sorpresa de sus amigos, le permite curarse e irse. ¡Y es que a Goku le encanta pelear con adversarios fuertes y difíciles!
Ah, y hubo otra cosa positiva como resultado del Torneo: Milk se presentó a pasarle la cuenta a Goku y hacerlo cumplir su promesa, y aunque tuvo que decirle quién era porque no la reconoció y explicarle lo que era el matrimonio —muy por encima, los detalles vinieron luego—, Goku se mantuvo fiel a su palabra para alegría de todos y envidia de algunos.
Antes que me maten los puristas, aclaro que usé los nombres y traducción de la serie que dan por Magic Kids. Ya sé que los originales son distintos, pero opté por no complicarme la existencia tratando de descubrir cuáles de todos los que andan rodando por ahí eran los correctos. Demándenme.
Un punto a destacar (según noto con interés meramente científico, por supuesto) es el acento que se pone en el sexo. Esto, lejos de ser inusual, parece endémico de las series niponas. Sailor Moon, con sus colegialas sexys e inocentes en largas escenas de desnudos, los jóvenes agraciados de Los Caballeros del Zodíaco —demasiado agraciados y muuuuuy amigos—, la liberalidad de Ranma, tan acostumbrado al cuerpo femenino y masculino por igual que ni lo nota —Dios le da pan al que no tiene dientes—. Todo indica que el japonés promedio, a quien muchos creen tímido y simple, piensa mucho en el tema; no es que esto lo distinga particularmente del resto del mundo, lo cual hace su material perfectamente exportable.
En Dragon Ball hay de todo. Roshi, centenario maestro dueño de muchos secretos marciales, es el paradigma del viejo verde. Siempre tratando de ver y tocar el cuerpo de cualquier mujer hermosa que pase cerca —suerte para ellas que vive en una pequeña isla—. Sus pasatiempos favoritos son repasar su colección de revistas porno y ver los programas de gimnasia femenina en la TV. Si hasta una vez usó un aparato de miniaturización únicamente para poder esconderse y ver a Lunch cuando se bañaba.
Yamcha, por el contrario, al principio era todo lo contrario. Ver a una mujer lo hacía correr del miedo, y ver a Bulma desnuda por accidente directamente lo desmayó. Por suerte creció y se reformó —yo ya lo daba por perdido—.
Woolong, el pervertido del grupo, sabe cómo aprovechar su conocimiento de las técnicas de transformación. Cumple la fantasía de muchos, de hecho. Y aunque esto provocó que lo expulsaran de la escuela donde estudiaba estas técnicas antes de aprender cómo hacer que duren más de un minuto, con eso le alcanzaba.
Goku, en cambio, siempre fue un inocente; incluso años más tarde y con dos hijos en la bolsa. De chico solía bajarse los pantalones con mucha facilidad y nunca entendía de qué diablos hablaban Krilin y los demás cuando hacían comentarios pícaros. De la serie se infiere que una de las características de un genuino luchador, punto sobre el que volveremos más adelante, es la de obtener el mayor placer de la lucha e ignorar cualquier otro placer —pobre infeliz—. Goku, por pertenecer a una raza innatamente guerrera, tiene esta característica —excepto en relación al placer de la gula, hay que admitirlo—, al igual que Vegeta, quien aparecerá más adelante, aunque éste más parece despreciar los placeres mundanos por simple orgullo —otro gil—.
En varias ocasiones los autores nos han regalado algunas lindas escenas de Bulma u otras chicas ligeritas de ropas, si bien no mucho pasó la barrera de la censura. Es un programa sin restricciones después de todo, ¿no?
Una característica muy interesante de la serie son las técnicas y poderes que se emplean. Todo se basa en el control y manejo del "ki", o chi, como lo llaman por ahi (se nota que no soy ducho en estas cosas metafísicas), que es algo así como una energía inherente de la vida o de los cuerpos vivos. Mediante técnicas de control aprendidas con la meditación, la práctica y el entrenamiento, el luchador puede volar, disparar rayos, crear esferas de energía, y otras cosas igualmente útiles a la hora de luchar.
La técnica más conocida, por supuesto, es el Kame-Hame-Ha, un rayo poderoso que incluso puede ser dirigido. El Ki-ku-jo de Ten-Shin-Han es una técnica que permite desaparecer un área delimitada por lo que se ve a través de un rombo formado por los dedos dispuestos en cierta posición (dicha desaparición se da merced a un fuerte campo desintegrador). La Genki-Dama es una técnica poderosísima que permite colectar de los seres vivos una pequeña porción de su energía vital y reunir todo ese poder en una sola gran esfera. Y así, como estas, hay otras técnicas de ataque ingeniadas, aprendidas o mejoradas, como la técnica de la cuchilla de energía de Krilin y Freezer o la del tirabuzón perforador de Pícoro. Pero también existe el incremento de nivel, estados de control y manejo de energía interna potencial que avanzan a grandes saltos cada vez que el luchador entrena y se perfecciona usando métodos y contrincantes cada vez más fuertes.
Otras técnicas distintivas son la Teleportación de Goku, la Fusión entre dos seres, el Kaio Ken (que permite incrementar el poder), y algunas otras distintivas. La técnica de transformación a Super Saiayin de Goku, Vegeta y descendencia son un asunto aparte que requiere una explicación más detallada y quedará para más adelante, sorry.
Pero, cuál es el punto central de la historia, cuál es la moraleja, uno se ve obligado a preguntarse. ¿Es esta una serie para chicos sin ningún contenido de base? No lo creo. Mi impresión es que se enfatiza demasiado el sentido del honor, el valor, la lucha desinteresada, el valor del esfuerzo, como para dejarlo pasar alegremente. Toda la esforzada búsqueda de las esferas del dragón, el continuo enfrentamiento contra enemigos que amenazan el planeta, casi siempre recuperados para el bien, el entrenamiento incesante y el placer de una buena y honesta lucha enseñan con un divertido y fantástico ejemplo (puede parecer ridículo en estas épocas fijarse en tales ejemplos, pero creo que siempre se puede confiar en un buen anime para mantener la costumbre).
El mensaje último de la serie, en definitiva, es Goku y lo que él y sus amigos representan. En general, él corporiza la esencia del verdadero luchador: el honor, el coraje, la indomabilidad, la admiración por la capacidad de los pares, sean buenos o malos, la persecución incansable de la perfección, y a la vez la falta de egoismo, el orgullo medido. Una verdadera síntesis de la filosofía oriental sobre lo que debería ser el guerrero definitivo. Y un dibujo animado “para chicos”, como dicen algunos, ¿ustedes que opinan?
Apagá el iconosincrónico... Ahora van a decir que Agudo se perdió en algún lugar del Gran Buenos Aires y donó a una institución de niños todo ese abono fecal. Programas con premio y mishiadura nunca se llevaron bien... Pasame el mate, Pancho.