Golpea-y-huye cósmico crea estrellas fallidas

Es un golpea y huye a escala cósmica. Encuentros cercanos entre movedizas jóvenes estrellas podría ayudar a generar las enigmáticas enanas marrones que se observan en la Vía Láctea

Las enanas marrones son bolas de gas cuya masa es, generalmente, decenas de veces la de Júpiter. Como las estrellas, las enanas marrones serían capaces de fusionar átomos de hidrógeno, pero su peso es demasiado liviano para mantener el proceso.

El origen de estas estrellas fallidas es un misterio. Las enanas marrones podrían formarse como sus primas más grandes, colapsando directamente desde turbulentas nubes de gas, o puede ser que se formen de una manera similar a los planetas, condensándose a partir de los discos de gas que rodean las estrellas jóvenes.

Las simulaciones han demostrado que las inestabilidades en el disco de gas alrededor de una aislada estrella joven pueden desencadenar la formación de enanas marrones. Ahora Ingo Thies y Pavel Kroupa de la Universidad de Bonn en Alemania, y sus colegas, han demostrado que el proceso también se puede dar en un escenario más común, en el que está involucrado un apretado grupo de estrellas recién nacidas.

En las nuevas simulaciones, el equipo descubrió que las estrellas jóvenes que se aproximan lo suficientemente cerca de sus hermanas pueden desestabilizar los discos de gas que las rodean, lo que permite qie las áreas más densas colapsen con rapidez y formen los objetos enanos marrones ( arxiv.org/abs/1005.3017 ).

El gas desplazado en esos encuentros también podría formar planetas con una amplia gama de inclinaciones orbitales. Esto podría explicar el origen de algunos de los exoplanetas que se han detectado, con órbitas notablemente inclinadas con respecto al plano ecuatorial de la estrella, dice Thies.

No está claro con qué frecuencia se podrían crear enanas marrones de estos golpea y huye estelares, dice Mark Krumholz de la Universidad de California en Santa Cruz. «Pero esta es una buena idea, ya que da algunas predicciones comprobables.» Puesto que existe una mayor probabilidad de encuentros cercanos así en densos cúmulos de estrellas, se podría esperar una mayor detección de enanas marrones allá, dice.

Fuente: New Scientist. Aportado por Eduardo J. Carletti

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