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Desechos espaciales que cayeron se remontan a una misión lunar de 1998

Tentativamente, los investigadores identifican un objeto que cayó cerca de Sri Lanka en noviembre

Es probable que un motor cohete que impulsó el Lunar Prospector de la NASA hacia la Luna en 1998 haya caído en el océano Índico en noviembre.

Los investigadores que estudian el caso han concluido que el trozo de basura espacial que protagonizó una ardiente zambullida en el océano Índico hace dos meses eran, muy probablemente, los restos de un motor cohete de la sonda Lunar Prospector.

La identidad de la basura no está determinada absolutamente, pero el «candidato principal» es el módulo de inyección translunar del Lunar Prospector, dice Paul Chodas, un miembro del programa de seguimiento de asteroides del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. El módulo empujó la sonda fuera de la órbita terrestre y luego se separó de la nave principal, que orbitó la Luna durante 19 meses antes de estrellarse, como estaba programado, en el polo sur de la Luna en julio de 1999.

Las especulaciones sobre el origen de los restos, a los que se identifica como WT1190F, ya circulaban incluso antes de que se desplomase a través de la atmósfera el 13 de noviembre. El único objeto artificial en protagonizar un reingreso no controlado en un lugar y momento predicho con precisión se presentó como una oportunidad única para presenciar un suceso así en tiempo real. Los investigadores aprovecharon la oportunidad, siguendo los restos desde un avión alquilado, así como desde observatorios terrestres.

Los telescopios han observado en diversas ocasiones el objeto en órbita desde 2009, aunque nadie se dio cuenta hasta el 2015 que esta basura espacial caería contra la Tierra. Mediante la combinación de la serie de avistamientos, los investigadores reconstruyeron la trayectoria elíptica de WT1190F alrededor de la Tierra y más allá de la órbita de la Luna. Ese camino lleva la «firma de algo lanzado a la Luna», dice Chodas.

Características únicas

Los investigadores piensan que pueden eliminar muchas misiones lunares como fuentes de estos restos. Es probable que cualquier objeto que viajara en el curso estimado de WT1190F por mucho tiempo más de una década probablemente habría golpeado la Tierra o se habría desviado a una órbita solar, dice el desarrollador independiente de software de astronomía Bill Gray, que también formó parte del equipo de reingreso. Por lo tanto, es poco probable que los restos vinieran de una misión Apolo, o uno de los otros envíos tempranos a la Luna.

También se pueden descartar muchos de los segmentos de cohetes utilizados en las misiones más recientes, ya que terminaron en órbita alrededor del Sol y no de la Tierra, dice el astrofísico Jonathan McDowell, del Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica en Cambridge, Massachusetts, que ha hecho su propio análisis del reingreso del objeto. Se pueden descartar otros candidatos porque cuando se los observó en órbita, no mostraban la furiosa velocidad de giro de WT1190F, de 40 revoluciones por minuto.

Las observaciones recogidas por el equipo en el aire el 13 de noviembre también señalan al Lunar Prospector. Los espectros de un solo fragmento grande de WT1190F incluyeron señales de óxido de titanio y de hidrógeno, dice el astrónomo Peter Jenniskens del Instituto SETI en Mountain View, California, quien presentó las observaciones el 5 de enero en una reunión del Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica en San Diego, California. Así que el objeto podría haber sido un recipiente de paredes de titanio que contenía combustible residual, dice, aunque se niega a especular sobre su identidad. El módulo de inyección translunar del Lunar Prospector tenía una caja de titanio, mientras que un módulo similar de otro candidato principal, la sonda Nozomi a Marte de Japón, tenía un caso hecho de fibra de carbono.

 

 

Atrás en el tiempo

Un respaldo adicional para la teoría de que se trata del Lunar Prospector podría provenir de buscar en archivos y descubrir avistamientos de WT1190F anteriores a 2009. Si la órbita de los escombros se traza aún más atrás en el tiempo, los investigadores pueden comparar los primeros recorridos de la basura con el recorrido del Lunar Prospector para ver cuán bien coinciden.

Lograr más datos requeriría de buena suerte, pero esta re-entrada tiene un historial encantador. Los observadores aéreos monitorizaron dos trozos de escombros a una altitud de 33 kilómetros antes de que los objetos desaparecieron de la vista, lo que implica que sobrevivieron intactos todo el camino hasta la superficie.

El especialista en escombros orbitales Patrick Seitzer de la Universidad de Michigan en Ann Arbor señala que el sitio de reingreso fue fortuito. «Tenemos suerte de que cayó en el océano y no en el suelo, en el que podría haber herido a alguien… o algo peor.»

Nature doi: 10.1038/nature.2016.19162

Fuente: Natures. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Proponen una nave espacial que se "coma" la basura espacial

Ingenieros chinos proponen una solución para eliminar la peligrosa chatarra en el espacio que rodea al planeta. Son más de 500.000 trozos de secciones de cohetes, satélites muertos y fallidos y otras piezas de tecnología olvidadas en el espacio. La nave se propulsaría utilizando la misma chatarra

En marzo de 2013, un satélite experimental ruso quedó inoperable al chocar con un trozo de chatarra espacial. Este proyectil, que golpeó al aparato a casi 10 kilómetros por segundo, era un pedazo de un satélite chino que Pekín decidió destruir lanzándole un misil en 2007, generando 3.000 trozos más de basura para la órbita terrestre.

Ya son cientos de miles los objetos que amenazan la seguridad alrededor de la Tierra. Y no es solo un problema para los satélites: a finales de 2014 la Estación Espacial Internacional tuvo que improvisar el uso de unos propulsores para quitarse del camino de un trozo de un cohete Minotaur (un lanzador orbital estadounidense propulsado por combustible sólido) lanzado en 2013 que amenazaba a los seis astronautas que la ocupaban.

En este peligroso escenario, las agencias espaciales y expertos de todo el mundo se han movilizado para tratar de dar solución al problema. Ya no vale con hacer un seguimiento de los más de 170 millones de pedacitos de chatarra (30.000 de más de 10 centímetros), urge empezar a recogerlos. La Agencia Espacial Europea, por ejemplo, ya tiene en marcha un programa para combatir estos desechos en el que participa España.

Uno de los principales problemas para recoger estos restos provocados por satélites y otros objetos surge de la autonomía de un posible camión recolector de la basura espacial: la cantidad de combustible que lo mantenga limpiando la órbita es una gran pega que limita la capacidad de esta hipotética nave. Ahí es donde cobra interés la propuesta que acaba de realizar un equipo de ingenieros chinos: usar la propia chatarra para nutrir los motores. Una aspiradora espacial que se alimenta de los desperdicios que recoge.

Así, este ingenio chino propone usar los pedazos para convertirlos en plasma, un combustible de energía eléctrica que ya se usa en la exploración espacial. En su ejercicio teórico, estos investigadores de la Universidad Tsinghua proponen el uso del aluminio de los trozos medianos ya que es uno de los elementos más comunes, tras recogerlos con una red (que es el método más habitual propuesto por las agencias espaciales). Según su idea, que han publicado en Arxiv, primero los restos serían reducidos a polvo en un molino. En la siguiente fase, el polvo se calienta a altísimas temperaturas y se separan iones positivos y negativos que, al expelerlos con fuerza, impulsan la nave.

 

 

«Al expulsar esta carga a gran temperatura y alta presión desde el motor, se obtiene un empuje continuo. Este impulso se puede usar para llevar a cabo las maniobras y para que la nave espacial avance al encuentro con los escombros. Las partículas expulsadas serán empujadas lejos de la órbita circunterrestre por el viento solar», indican los investigadores chinos.

Aunque se trata de un simple ejercicio teórico, se trata de una propuesta que podría resolver muchos problemas: «Por un lado, utilizando el motor de desechos como el propulsor de la nave espacial, se limpia el espacio de una forma eficaz. Por otro lado, la nave espacial consigue propulsión para la próxima acción. Y más importante aún, ofrece una nueva idea para la exploración de asteroides y vuelos interplanetarios por su suplemento de combustible sostenible», defienden.

Fuente: Cornell University Library. Aportado por Eduardo J. Carletti

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Presentan las imágenes de la última aproximación de la Cassini sobre la luna Encélado

La nave espacial Cassini realizó un último sobrevuelo cercano a la luna Encélado de Saturno el 19 de diciembre. La NASA han difundido los impactantes primeros planos tomados durante el sobrevuelo

La nave espacial Cassini concretó este sobrevuelo cercano final a 4.999 kilómetros de la superficie. En un comunicado, el director del proyecto Cassini, Earl Maize, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA (JPL) en California dijo «Este sobrevuelo definitivo de Encelado provoca sentimientos de tristeza y de triunfo».

«Hemos colocado la piedra angular de una increíble década de investigación de uno de los cuerpos más intrigantes en el Sistema Solar«, agregó.

Tras llegar al sistema de Saturno en 2004, al poco tiempo la nave espacial reveló que Encélado posee una actividad geológica sorprendente. Lejos de ser un trozo de hielo y roca, la Luna exhibe una hilera de géiseres en todo su polo sur. Este descubrimiento causó cambios en el plan de vuelo de la misión original para llevar al máximo la cantidad de sobrevuelos programados sobre esta helada luna, concretando un total de 22.

Además de estudiar las características de estos géiseres, Cassini también reveló que debajo de su corteza helada de la luna helada existe un océano global y actividad geológica. Potencialmente, estos descubrimientos convierten a Encélado en uno de los mejores sitios en el Sistema Solar donde la vida tendría posibilidades de evolucionar. Con suerte, Cassini no será el último visitante de esta luna; la NASA está considerando una misión a Encélado en la próxima década.

Cassini concluirá su misión en 2017 y se sumergirá en la atmósfera de Saturno. Hasta entonces, seguirá estudiando Encélado desde más lejos, y sus aproximaciones más cercanas estarán cuatro veces más lejos que el reciente encuentro definitivo.

 

 

Además de las imágenes ya procesadas, en el sitio de la misión Cassini se pueden encontrar imágenes sin procesar, o «raw», en el sitio web de la misión.

Hay disponible información adicional y presentaciones multimedia sobre el sobrevuelo final de la Cassini aquí.

La misión Cassini-Huygens es un proyecto cooperativo de la NASA, la ESA (European Space Agency) y la Agencia Espacial Italiana. El Jet Propulsion Laboratory de la NASA en Pasadena, California, maneja la misión para el Directorio de Ciencia de la agencia en Washington. Las operaciones de imagen de la Cassini se concentran en el Space Science Institute en Boulder, Colorado.

Fuente: NASA. Aportado por Eduardo J. Carletti

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